En los últimos años, las infusiones naturales han ganado popularidad por sus múltiples propiedades medicinales. Uno de los más recomendados es el de jengibre con cúrcuma, una bebida sencilla que mezcla dos raíces poderosas, llenas de sabor y beneficios para el cuerpo. Si te gusta cuidarte de forma natural, esta infusión podría ser tu nueva aliada.
El jengibre es conocido por su sabor picante y su efecto antiinflamatorio. La cúrcuma, por su parte, tiene un color amarillo intenso y es muy valorada por sus propiedades antioxidantes. Juntas, forman una combinación que ayuda a reforzar el sistema inmunológico y a reducir molestias digestivas y musculares.
Lo mejor es que no necesitas ingredientes difíciles de conseguir. Basta con un trozo de jengibre fresco, un poco de cúrcuma (en raíz o en polvo), agua y, si quieres, unas gotas de limón o miel para darle un toque más rico. Aquí te contamos qué beneficios tiene tomar esta infusión y cómo prepararla.

¿Para qué sirve el té de jengibre con cúrcuma?
Esta bebida ha sido utilizada en distintas culturas por sus efectos medicinales. Aunque no reemplaza ningún tratamiento médico, sí puede complementar una alimentación saludable. Entre sus beneficios más destacados están:
- Ayuda a reducir la inflamación: Tanto el jengibre como la cúrcuma tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar en casos de dolor muscular o articular.
- Mejora la digestión: Esta infusión es ideal después de una comida pesada, ya que estimula la producción de bilis y ayuda a evitar la hinchazón o los gases.
- Fortalece el sistema inmunológico: Gracias a su contenido de antioxidantes, puede ayudar al cuerpo a defenderse mejor de resfriados o infecciones leves.
- Contribuye a la salud del hígado: La cúrcuma, en especial, es conocida por favorecer la función hepática y ayudar a eliminar toxinas del cuerpo.
- Apoya el control de la glucosa: Algunas investigaciones sugieren que puede ayudar a mantener estables los niveles de azúcar en sangre, aunque aún se estudia más a fondo
¿Cómo se prepara?
Prepararlo en casa es muy fácil y rápido. Solo necesitas:
- 1 taza de agua
- 1 trozo pequeño de jengibre (2 cm aprox.)
- 1/2 cucharadita de cúrcuma en polvo (o 1 cm de cúrcuma fresca)
- Jugo de medio limón (opcional)
- Miel al gusto (opcional)
Paso a paso:
- Pon a hervir la taza de agua.
- Agrega el jengibre pelado y rebanado junto con la cúrcuma.
- Deja hervir por 5 a 10 minutos.
- Cuela y sirve. Puedes añadir limón y miel si quieres un sabor más suave.
Qué tener en cuenta antes de consumir té de jengibre con cúrcuma
Aunque es un remedio natural, no es recomendable en exceso. Personas con úlceras, presión baja o que toman anticoagulantes deben consultar a un médico antes de consumirlo con frecuencia. Tampoco es recomendable durante el embarazo sin supervisión médica.