A medida que pasan los años, el cuerpo experimenta diversos cambios, entre ellos una disminución natural en la densidad ósea que puede derivar en afecciones como la osteoporosis. Esta enfermedad, silenciosa y progresiva, debilita los huesos al punto de volverlos frágiles y propensos a fracturas, especialmente en personas mayores de 50 años. Por eso, llevar una alimentación adecuada es clave para prevenir su avance y conservar la movilidad y calidad de vida.
Una de las estrategias más efectivas para mantener huesos fuertes está en el consumo regular de ciertos nutrientes, principalmente calcio, vitamina D y proteínas. Aunque existen muchos suplementos en el mercado, hay alimentos naturales que aportan estos elementos de forma más completa y segura, además de ser fáciles de incluir en la dieta diaria. Uno de ellos ha sido ampliamente recomendado por nutricionistas y especialistas en salud ósea.
Hablamos del yogur natural, un alimento que ha demostrado ser indispensable para quienes buscan fortalecer sus huesos, especialmente después de los 50 años. Este lácteo es rico en calcio biodisponible, lo que significa que el cuerpo lo absorbe con mayor facilidad, además de contener vitamina D (si está fortificado) y probióticos que mejoran la salud intestinal, favoreciendo la absorción de nutrientes esenciales.

Yogur: el aliado diario contra la pérdida ósea
El yogur no solo destaca por su alto contenido de calcio, sino también por su aporte de proteínas, fundamentales para mantener la masa muscular que sostiene el sistema esquelético. Un consumo regular de yogur, preferentemente natural y sin azúcares añadidos, puede cubrir entre el 30 y 40 % de las necesidades diarias de calcio en adultos mayores. Además, su textura y digestibilidad lo hacen ideal para personas con dificultad para masticar o con digestiones delicadas.
Diversos estudios han vinculado el consumo de lácteos fermentados, como el yogur, con una mejor salud ósea en adultos mayores. De hecho, su efecto positivo no solo se limita a la prevención de la osteoporosis, sino que también ayuda a reducir el riesgo de fracturas en cadera y columna, dos de las lesiones más frecuentes y peligrosas en la tercera edad. Incorporarlo en el desayuno o como snack puede marcar una diferencia significativa en la salud a largo plazo.
Complementar el consumo de yogur con actividad física regular, exposición moderada al sol (para estimular la producción de vitamina D) y una dieta equilibrada con frutas, verduras y otras fuentes de calcio como semillas y frutos secos, es la fórmula ideal para mantener huesos fuertes y saludables. Si tienes más de 50 años, este es el momento perfecto para hacer del yogur un aliado diario en tu mesa.