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Estudio revela posible relación entre la sensibilidad al sabor amargo y la bipolaridad

Estos son los hallazgos que investigadores analizan tras un estudio que ponen mesa de debate la posible relación entre la sensibilidad al sabor amargo y los trastornos de bipolaridad

Estudio revela posible relación entre la sensibilidad al sabor amargo y la bipolaridad
La relación entre la sensibilidad al sabor amargo y la bipolaridad Foto: Freepik / Especial / Imagen Ilustrativa

Un nuevo estudio ha revelado una sorprendente conexión entre la forma en que percibimos el sabor amargo y la salud mental, específicamente el trastorno bipolar, esto le permitió a los investigadores analizar ciertos sabores de comida con un importante tema.

En un estudio genético desarrollado por científicos de la Universidad de Queensland (Australia), se analizaron a más de 445.000 personas, identificando detalles que alimentos como el brócoli, el pomelo o el vino tinto, no solo tienen que ver con gustos personales, sino también con la salud física y mental.

La investigación sugiere que las personas con una mayor sensibilidad a este tipo de sabores (amargos) podrían tener una predisposición genética relacionada con enfermedades renales y condiciones psiquiátricas como el trastorno bipolar. Pero, ¿por qué?

Sensibilidad al sabor amargo y su relación con la bipolaridad, según expertos

Los científicos analizaron datos de más de 300 mil personas, enfocándose en la relación entre variantes genéticas asociadas con la percepción del sabor amargo y ciertos indicadores de salud. El hallazgo más relevante fue que quienes presentaban mayor sensibilidad a sabores amargos, mostraban una correlación con alteraciones en biomarcadores renales y una mayor incidencia de trastornos del estado de ánimo.

Este vínculo sugiere que la percepción gustativa podría ser un indicador indirecto de otros procesos biológicos más complejos, entre ellos aquellos que regulan el funcionamiento del sistema nervioso central. Aunque el estudio no establece una relación causa-efecto directa, sí abre la puerta a nuevas investigaciones sobre cómo nuestros sentidos podrían estar relacionados con condiciones de salud mental y física

Los expertos explican que el gen TAS2R38 se asocia comúnmente con la lengua y el gusto, ya que codifica un tipo de receptor del gusto amargo que se encuentra principalmente en las papilas gustativas. Sin embargo, los receptores de este gen también se expresa en otros órganos como el estómago, el riñón, el corazón, las vías respiratorias y hasta el cerebro.

Cabe mencionar que este estudio a pesar de que no demuestra que el gen anterior cause las enfermedades ya descritas, sí es un detalle que aporta evidencias a la relación genética significativa, por lo que los especialistas creen que esta información puede ser útil para abrir paso a nuevas investigaciones y comprender aún más la relación que existe entre la sensibilidad al sabor amargo con el trastorno de bipolaridad.

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