Con la llegada del verano, las frutas frescas, coloridas y jugosas se vuelven protagonistas en mercados y mesas mexicanas. Entre ellas, el lichi o lychee destaca no solo por su apariencia exótica y su sabor dulce, sino también por sus múltiples beneficios para la salud. Originario del sur de China, este pequeño fruto ha ganado terreno en los huertos del sureste mexicano, especialmente en estados como Veracruz y Chiapas.
Aunque suele disfrutarse en cócteles, aguas frescas o postres, el lichi merece reconocimiento como una fruta funcional: aporta compuestos que ayudan al cuerpo a defenderse de enfermedades y a mantener un sistema digestivo saludable. Su contenido nutricional, junto con su bajo aporte calórico, lo convierte en una opción ideal para quienes buscan cuidar su alimentación sin renunciar al placer de un antojo natural.
Al ser una fruta de temporada (disponible principalmente entre mayo y julio), el lichi debe aprovecharse fresco y en su punto de madurez. Consumido con moderación y como parte de una dieta equilibrada, puede contribuir significativamente al bienestar general. Aquí te contamos por qué este fruto debe formar parte de tu lista de compras durante estos meses.

¿Qué beneficios tiene el lichi?
Uno de los mayores aportes del lichi es su alto contenido de vitamina C, incluso superior al de la naranja. Esta vitamina es esencial para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, ya que estimula la producción de glóbulos blancos, fortalece las barreras naturales del cuerpo y actúa como antioxidante, combatiendo el daño causado por los radicales libres. Una porción de 100 gramos de lichi puede aportar hasta el 90% del requerimiento diario de vitamina C.
En cuanto a la digestión, el lichi es una buena fuente de fibra dietética, que promueve el tránsito intestinal y previene el estreñimiento. Además, contiene compuestos fenólicos que han sido relacionados con la protección de la mucosa gástrica y el equilibrio de la microbiota intestinal. Estos beneficios lo hacen especialmente útil para personas que padecen problemas digestivos leves o que desean mejorar su salud intestinal de manera natural.
Como valor agregado, el lichi también contiene pequeñas cantidades de vitaminas del complejo B (como la B6), potasio, magnesio y cobre, nutrientes clave para el metabolismo energético y la función nerviosa. Aunque su sabor dulce podría hacer pensar que es alto en azúcar, su índice glucémico es moderado si se consume con moderación (de 4 a 6 piezas por porción). En resumen, el lichi no solo es delicioso, sino también un verdadero aliado para reforzar las defensas y cuidar el sistema digestivo.