En muchos hogares mexicanos, el refresco de cola es un indispensable para la hora de la comida, y aunque tomarlo ocasionalmente puede parecer inofensivo, muchas personas lo consumen a diario sin considerar los efectos negativos que puede llegar a tener en la salud. Gracias a que se trata de una bebida dulce y refrescante, es una de las más populares en todo el mundo, pero también hay algunas consideraciones que debemos tomar en cuenta al tomarlo.
El consumo diario de refrescos, especialmente los de cola, puede tener un gran impacto negativo en nuestro organismo tanto a corto como a largo plazo, y esto se debe a su alto contenido de azúcares, a sus aditivos artificiales, al ácido fosfórico y a la cafeína que suelen contener, que en conjunto van a alterar muchas de nuestras funciones en el cuerpo, llegando incluso a ocasionarnos enfermedades importantes sin saberlo.
Cabe aclarar: el refresco de cola por sí solo no va a ocasionarnos enfermedades ni tampoco lo hará si lo consumimos de forma ocasional. La clave está en la moderación y las cantidades. Por otro lado, beber este tipo de bebidas de forma habitual contribuirá al desarrollo de enfermedades crónicas y desequilibrios importantes. Y aunque incluirlo en tu alimentación es posible, siempre y cuando lo hagas con moderación, es importante que conozcas los riesgos y el impacto que puede tener al beberlo de forma diaria.

Aumento de peso
El refresco de cola tiene grandes cantidades de azúcar refinada, y al consumir este tipo de elementos en exceso, podemos provocar un aumento significativo del peso al elevar de forma importante el consumo de calorías diarias sin aportar nutrientes. Pero esto no solo nos traerá enfermedades como el sobrepeso o la obesidad, también nos va a generar resistencia a la insulina, incrementando el riesgo de la aparición de diabetes tipo 2 en nuestro cuerpo.
Daños en huesos y dientes
Gracias a que los refrescos de cola tienen ácido fosfórico y altas cantidades de azúcares, el esmalte dental de nuestros dientes puede erosionarse fácilmente, favoreciendo así la aparición de caries. También puede reducir la densidad ósea y afectar la salud de nuestros huesos, sobre todo en personas con deficiencias de calcio o mala alimentación, como en poblaciones vulnerables y adultos mayores.
Problemas digestivos y adicciones
Aunque no lo parezca, el refresco de cola puede ocasionarnos adicciones bastante graves, como por ejemplo a la cafeína, ya que se puede generar dependencia, afectar el sueño y provocar síntomas de abstinencia si dejamos de consumirla de forma repentina tras varios años de consumo habitual. Además, el gas y los componentes ácidos de este tipo de refrescos pueden causar irritación en nuestro estómago, acidez y malestares estomacales.