Con la llegada del verano, las fruterías se llenan de colores, aromas y sabores gracias a la amplia variedad de frutas de temporada. Pero más allá de su frescura y delicioso sabor, muchas de estas frutas también aportan beneficios importantes para la salud, especialmente cuando se busca controlar los niveles de glucosa en la sangre de manera natural.
Una de las más recomendadas por expertos en nutrición es el durazno, una fruta de temporada que se da en México entre los meses de mayo y septiembre, que no solo es refrescante y baja en calorías, sino que también posee propiedades que pueden ayudar a regular el azúcar en el organismo.
En este contexto, incluir frutas como el durazno en una dieta equilibrada puede marcar una diferencia real. Por ello, en esta nota te contamos el por qué esta fruta destaca como una opción saludable y cómo puedes incorporarla fácilmente a tu alimentación diaria, con ideas creativas para aprovechar los beneficios de esta fruta

Beneficios del durazno
El durazno es rico en fibra, especialmente si se consume con cáscara, lo cual favorece la digestión y contribuye a evitar picos de glucosa tras las comidas. Esta fibra ralentiza la absorción de azúcares en el torrente sanguíneo, ayudando a mantener niveles más estables de insulina. Además, su bajo índice glucémico lo convierte en una alternativa más segura frente a otras frutas más dulces.
Otro de sus beneficios está en su contenido de antioxidantes, como los polifenoles y la vitamina C, que combaten el estrés oxidativo en el cuerpo, un factor relacionado con complicaciones de la diabetes. El durazno también contiene potasio, que ayuda a regular la presión arterial, y compuestos antiinflamatorios naturales que favorecen el metabolismo.

Formas de incorporar el durazno en nuestra alimentación
Incorporar durazno a tu dieta diaria es una excelente forma de aprovechar sus beneficios sin sacrificar el sabor. En el desayuno, puedes añadirlo en rebanadas a un tazón de yogur griego con avena o granola sin azúcar, lo que te dará energía desde temprano. Otra opción es licuarlo con leche vegetal, plátano y avena o semillas de chía para preparar un smoothie nutritivo. También puedes colocar rodajas finas de durazno sobre pan integral con queso cottage o crema de nuez para un desayuno rápido y balanceado.
Durante el día, es ideal como parte de comidas o snacks. Ensaladas frescas con espinaca, nuez, queso feta y durazno aportan un toque dulce y jugoso sin elevar demasiado el índice glucémico. También puedes consumirlo solo como colación natural entre comidas, o bien asarlo a la parrilla con un toque de canela o unas hojas de menta, ya sea como guarnición o como un postre ligero.
Si buscas postres saludables, una alternativa es preparar paletas naturales, licuando la fruta con yogur o leche vegetal y congelándola en moldes. Incluso puedes preparar un “chia pudding” mezclando leche vegetal con semillas de chía y trozos de durazno, logrando un postre cremoso, alto en fibra y muy nutritivo. Estas formas sencillas y deliciosas te permiten disfrutar del durazno mientras cuidas tu salud, además de que puedes hacer una rica agua fresca con esta fruta