La piel es mucho más que el órgano que cubre nuestro cuerpo, se trata de un elemento dinámico que refleja de forma directa nuestro estado de salud general. Es por eso que no es extraño que ciertos desequilibrios internos como el estrés, los cambios hormonales o incluso la alimentación se manifiesten en forma de problemas cutáneos como la psoriasis, el acné o la dermatitis atópica.
Por eso, la Revista UNAM Global nos comparte información relevante sobre cómo es que nuestra dieta puede influir en la aparición o incluso en el agravamiento de algunas enfermedades de la piel. Esto muchas veces se atribuye a padecimientos genéticos o factores externos, pero cada vez hay más estudios y evidencia de que nuestra alimentación puede tener un papel clave en su desarrollo y evolución.
Expertos de la UNAM explican que, si bien condiciones como el acné son bastante comunes durante la adolescencia, hay elementos de nuestra dieta que pueden contribuir a que este padecimiento empeore, y lo mismo sucede con otras enfermedades como la psoriasis, afección que no tiene cura pero que puede mejorar notablemente si cambiamos de forma saludable nuestros hábitos alimenticios.

¿Cómo influye la alimentación en la salud de nuestra piel?
Estas enfermedades pueden verse afectadas por nuestra dieta, pues ciertos alimentos pueden alterar la producción hormonal de nuestro cuerpo, incrementar la inflamación o incluso provocar reacciones inmunológicas que terminarán dañando la piel. Por ejemplo, en el caso del acné, el consumo excesivo de lácteos puede intensificar la producción de grasa y la obstrucción de poros, mientras que en la psoriasis, el exceso de carne roja y alimentos ultraprocesados puede agravar los brotes.
Alimentos y productos que es mejor evitar
- Lácteos (especialmente leche de vaca)
- Embutidos y carnes procesadas
- Azúcares refinados y productos con alto índice glucémico
- Grasas saturadas y frituras
- Harinas refinadas
- Bebidas alcohólicas
- Tabaco
Hábitos saludables para cuidar tu piel
Además de evitar los alimentos mencionados, adoptar una alimentación más natural y balanceada puede marcar una gran diferencia para tu piel. Lo mejor es optar por una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales, pescados y legumbres, sobre todo si padeces psoriasis o dermatitis, ya que incluir nutrientes como ácidos grasos omega-3, antioxidantes y fibra en tu vida puede ayudar a disminuir los síntomas de estas afecciones.