Desde tiempos prehispánicos, la medicina tradicional mexicana ha hecho uso de hierbas y plantas silvestres para tratar distintos padecimientos, especialmente aquellos relacionados con el corazón, la sangre y el sistema digestivo. Sin embargo, muchas de estas plantas han caído en el olvido con el paso del tiempo, pese a sus comprobados beneficios para la salud.
Hoy en día muchas personas buscan regresar y un confiar en alternativas naturales para cuidar de su salud, diversas especies medicinales están resurgiendo como alternativas viables y complementarias a tratamientos convencionales.
Una de ellas es especialmente útil para quienes buscan bajar sus niveles de triglicéridos de forma natural, sin recurrir de inmediato a medicamentos. Se trata de una planta con nombre curioso, pero con potentes propiedades para mejorar la salud metabólica. ¿Quieres saber de cuál se trata? Sigue leyendo.

Hierba del sapo: un tesoro medicinal oculto
La hierba del sapo (Eryngium heterophyllum) es una planta silvestre originaria de México, reconocida por sus propiedades hipolipemiantes, es decir, que ayudan a reducir los niveles de lípidos en la sangre, como el colesterol y los triglicéridos. En la medicina tradicional, se ha usado para tratar problemas del corazón, inflamación, y como diurético natural.
Asimismo, la hierba del sapo es un auxiliar eficaz en el tratamiento de la diabetes, cálculos biliares y renales, angina de pecho, aterosclerosis, artritis, así como en la prevención de infartos cardíacos y cerebrales. La hierba del sapo se puede consumir en forma de infusión, cápsulas o extractos líquidos, que se venden en tiendas naturistas o mercados tradicionales.
Como cualquier planta medicinal, su uso debe ser moderado y, de ser posible, supervisado por un profesional de la salud, especialmente si ya se están tomando otros medicamentos. Esta planta es un claro ejemplo de cómo los saberes ancestrales pueden aportar soluciones reales a los problemas de salud actuales.