Seguro conoces esta fruta tropical por su uso en la cocina mexicana, sobre todo cuando se acercan las fiestas patrias. Es protagonista en platillos típicos como los chiles en nogada, donde se utiliza para decorar y dar ese toque único que tanto nos gusta y llama la atención.
Pero más allá de su color vibrante y lo delicioso que es, hay algo que quizá no sabías: esta fruta tiene beneficios para la salud que son realmente sorprendentes, especialmente si se consume con frecuencia. Uno de estos beneficios es para mejorar la memoria de forma natural.
En esta ocasión, estamos hablando de la granada (Punica Granatum), una fruta con una cáscara dura en tonos dorados, naranjas y rojizos. Lo interesante está dentro: unas semillas rodeadas de pulpa jugosa que concentran todos sus nutrientes. Entre ellos, destaca su altísimo poder antioxidante.

¿Por qué la granada ayuda a mejorar la memoria?
La granada se ha ganado su lugar entre los alimentos funcionales gracias a su alto contenido en antioxidantes, superando incluso a muchas otras frutas populares. Esto se debe a su concentración en polifenoles y flavonoides, compuestos naturales presentes en plantas que tienen efectos positivos en el cuerpo humano.
Estos antioxidantes no solo retrasan el envejecimiento celular, también ayudan a prevenir enfermedades degenerativas. En especial, las enfermedades neurodegenerativas, que afectan el sistema nervioso y pueden provocar pérdida de memoria, problemas motores y deterioro cognitivo.
Consumir granada de forma regular aporta esos antioxidantes que el cuerpo necesita para mantenerse en buen estado y proteger al cerebro contra el daño oxidativo. Además, algunos estudios apuntan a que puede mejorar la memoria y el aprendizaje, gracias a la protección que ofrece a las neuronas.
¿Cómo puedes consumir la granada?
Lo bueno de esta fruta es que es muy versátil. Es decir, puedes comer las semillas tal cual, como snack o en ensaladas. También puedes preparar jugos naturales, añadirla a tus smoothies, o usarla como topping para yogur, avena o postres. Otra opción sencilla es incorporarla en platillos salados como salsas o carnes. Eso sí, lo mejor es consumirla fresca, ya que los antioxidantes se mantienen más activos.