En los mercados de muchas regiones del país, aparece de forma discreta, pequeña y con un aroma muy particular. El nanche, también conocido como la “fruta de oro”, es uno de esos tesoros naturales que México ha conservado por generaciones, pero que pocas personas conocen a fondo. Su sabor es único y puede disfrutarse fresco, en almíbar o incluso en nieves.
Aunque algunos lo ven como una fruta solo para antojos o postres tradicionales, el nanche tiene propiedades que pueden aportar mucho más que sabor. Una de sus cualidades más destacadas es su capacidad para mejorar el sistema digestivo, gracias a los compuestos naturales que contiene.
Si últimamente has tenido problemas digestivos o simplemente quieres fortalecer tu salud intestinal, es momento de voltear a ver al nanche. Esta fruta no solo es deliciosa, sino que también es fácil de encontrar en temporada y puede formar parte de tu rutina sin complicaciones.

¿Qué tiene el nanche que ayuda a la digestión?
El nanche es una fruta tropical que crece en regiones cálidas del país como Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Yucatán. Aunque es muy pequeña, está cargada de fibra natural, lo cual ayuda a mejorar el tránsito intestinal y prevenir problemas como el estreñimiento o la inflamación abdominal.
Además de la fibra, el nanche contiene ácidos orgánicos que ayudan a equilibrar el pH del estómago, facilitando la digestión de los alimentos. Esto puede hacer que te sientas menos pesado después de comer y que tu cuerpo aproveche mejor los nutrientes.
Otro de sus beneficios es que tiene propiedades antimicrobianas, lo que significa que puede ayudar a combatir ciertas bacterias intestinales que causan malestar. Su consumo moderado puede tener un efecto depurativo y suave, sin recurrir a medicamentos.
¿Cómo puedes consumirlo para aprovechar sus beneficios?
Aunque muchas personas conocen el nanche en conserva o en licores, lo mejor es consumirlo fresco, cuando está en temporada (entre mayo y septiembre). Puedes comerlo como snack natural, agregarlo a un licuado o incluso preparar una infusión con sus hojas, que también tiene efectos digestivos.
Una idea sencilla es hacer una agua fresca de nanche: licua 1 taza de frutas con 1 litro de agua, un poco de hielo y miel al gusto. Esta bebida no solo es refrescante, sino que también es una forma práctica de cuidar tu estómago en los días de calor.