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Este es el plan alimenticio que el IMSS recomienda para tratar la hipertensión

El IMSS recomienda una dieta DASH rica en frutas, verduras, cereales integrales y baja en sal para controlar la hipertensión y cuidar el corazón

Este es el plan alimenticio que el IMSS recomienda para tratar la hipertensión
Anímate a implementar esta dieta para tratar la hipertensión Foto: FB: IMSS / Freepik

La hipertensión arterial es uno de los principales problemas de salud pública en México, afectando a millones de personas cada año. Este padecimiento puede derivar en enfermedades cardiovasculares graves si no se controla adecuadamente. Por ello, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha desarrollado una serie de recomendaciones nutricionales para apoyar el tratamiento y prevención de esta condición.

Uno de los pilares más importantes para controlar la presión arterial es llevar una alimentación equilibrada, baja en sodio y rica en nutrientes que favorezcan la salud del corazón. El IMSS promueve una dieta basada en el enfoque DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension, por sus siglas en inglés).

Este plan alimenticio no solo ayuda a reducir la presión arterial, sino que también mejora el bienestar general, al fomentar el consumo de alimentos frescos y naturales, y evitar aquellos procesados que suelen contener altos niveles de sal, grasas saturadas y azúcares añadidos.

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¿Qué incluye la dieta recomendada por el IMSS?

El IMSS sugiere una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales y productos lácteos bajos en grasa. Las proteínas deben provenir de fuentes magras como pollo, pescado, legumbres y nueces sin sal. Además, se recomienda limitar el consumo de carnes rojas, embutidos, refrescos, frituras y alimentos enlatados, que suelen tener un alto contenido de sodio.

  • Cereales y tubérculos (7-8 porciones al día): Se recomiendan fuentes integrales como pan de trigo entero, avena o palomitas de maíz.
  • Verduras (4-5 porciones al día): Tomates, papas, zanahorias, judías verdes, guisantes, calabaza y espinaca.
  • Frutas (4-5 porciones al día): Opciones como duraznos, plátanos, uvas, naranjas, toronjas y melón.
  • Lácteos bajos en grasa (2-3 porciones al día): Leche o yogurt descremados, o queso bajo en grasa.
  • Leguminosas (2-3 porciones por semana): Frijoles, habas y lentejas.
  • Grasas con proteína (4-5 porciones por semana): Almendras, cacahuates, nueces y semillas de girasol.
  • Grasas sin proteínas (2-3 porciones al día): Como margarina blanda, mayonesa baja en grasa y aceites vegetales (oliva, maíz, canola, cártamo).
  • Productos de origen animal (5 porciones al día): Carne cocida, pollo o pescado.
  • Azúcares (5 porciones por semana): Jarabe de arce, azúcar, jalea, mermelada, caramelos o helados.

Este esquema está diseñado para asegurar una buena nutrición, con bajo contenido de sodio, grasas saturadas y azúcares simples, lo cual contribuye significativamente al control de la hipertensión.