Las semillas de calabaza, también conocidas como pepitas, han sido consumidas desde tiempos ancestrales en distintas culturas por su valor nutricional y propiedades medicinales. Actualmente, se consideran un superalimento por la gran cantidad de beneficios que aportan a la salud cuando se incluyen regularmente en la dieta.
Estas pequeñas semillas verdes no solo son fáciles de incorporar en recetas dulces o saladas, sino que también son una excelente opción como snack saludable. Gracias a su perfil nutricional, son ideales para quienes buscan fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la salud cardiovascular o incluso favorecer el descanso.
Además, las semillas de calabaza son económicas, accesibles y se pueden consumir crudas, tostadas, con o sin cáscara. Su versatilidad y poder nutritivo las convierte en un complemento ideal para llevar una alimentación balanceada y preventiva. ¿Quieres saber qué otros beneficios tiene esta semilla? Sigue leyendo.

Ricas en nutrientes esenciales
Las pepitas son una fuente importante de magnesio, zinc, hierro y antioxidantes, nutrientes fundamentales para mantener huesos fuertes, una buena función muscular y un sistema inmunológico saludable. También contienen grasas saludables como los ácidos grasos omega 3 y 6, que ayudan a reducir la inflamación y proteger el corazón.
Aliadas del corazón y del metabolismo
El consumo regular de semillas de calabaza puede ayudar a regular los niveles de colesterol y azúcar en sangre, gracias a su alto contenido de fibra y fitonutrientes. Estos compuestos contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y problemas cardiovasculares.
Mejoran el sueño y el estado de ánimo
Otro de sus beneficios poco conocidos es que favorecen el descanso y el equilibrio emocional. Contienen triptófano, un aminoácido que el cuerpo convierte en serotonina y melatonina, sustancias clave para regular el sueño y mejorar el estado de ánimo.