Cuando se habla de vitamina C, la primera fruta que viene a la mente es la naranja. Pero, aunque parezca sorprendente, existe una fruta asiática que la supera en contenido de este nutriente esencial. Su nombre es lichi, una pequeña joya tropical con un sabor dulce y exótico que, además de conquistar el paladar, también aporta grandes beneficios a la salud.
Originario de China, el lichi ha sido parte de la cultura oriental desde hace siglos, no sólo como un manjar, sino como un remedio natural gracias a sus propiedades. Actualmente, esta fruta ha ganado popularidad en otras partes del mundo, integrándose en jugos, postres y hasta cócteles por su toque refrescante.
Pero más allá de su delicioso sabor, el lichi destaca por su alto contenido en vitamina C, superando incluso a la naranja. Además, posee antioxidantes, fibra y minerales que ayudan a fortalecer el sistema inmune, mejorar la digestión y cuidar la piel. A continuación, te contamos por qué esta fruta debería estar en tu alimentación.

Lichi: la fruta asiática con más vitamina C que la naranja
El lichi, cuyo nombre científico es Litchi chinensis, es una fruta tropical originaria del sur de China y de algunas regiones del sudeste asiático. Se caracteriza por su cáscara rugosa de color rojo intenso y su pulpa blanca, jugosa y dulce con un aroma inconfundible.
Lo que hace especial al lichi no es solo su sabor, sino su impresionante perfil nutricional. Contiene aproximadamente 71.5 mg de vitamina C por cada 100 gramos, mientras que la naranja tiene alrededor de 50 mg. Esto lo convierte en un excelente aliado para reforzar las defensas, prevenir enfermedades y mejorar la absorción de hierro en el cuerpo.
Además de la vitamina C, el lichi aporta una buena cantidad de antioxidantes, como los flavonoides y polifenoles, que combaten los radicales libres y retrasan el envejecimiento celular. También contiene potasio, fósforo y magnesio, minerales esenciales para el funcionamiento del organismo.

¿Cómo incluir el lichi en la alimentación?
El lichi se puede disfrutar de múltiples formas. Puede comerse fresco, agregarse a ensaladas de frutas, licuarse en jugos o smoothies, o usarse en postres y helados. También es un ingrediente popular en cócteles y bebidas tropicales por su dulzura natural.
Un tip que te compartimos es que, al momento de elegir lichis frescos, es recomendable buscar aquellos con la cáscara roja y sin manchas oscuras. Una vez pelados, es mejor consumirlos de inmediato, aunque pueden guardarse en el refrigerador por unos días y consumirse sin problemas.