Las flores de jacaranda no solo embellecen las calles con su característico tono lila, sino que también poseen propiedades medicinales que han sido aprovechadas desde tiempos ancestrales. Uno de los usos más populares es la preparación de un té que, además de ser delicioso, ofrece múltiples beneficios para la salud, especialmente para el cuidado de la piel y la prevención del envejecimiento prematuro.
Este té es rico en antioxidantes y compuestos naturales que ayudan a combatir los radicales libres, responsables del deterioro celular y la aparición de arrugas. Además, sus propiedades antiinflamatorias y desintoxicantes contribuyen a mantener una piel más luminosa y saludable. También se ha utilizado para mejorar la circulación y promover una hidratación profunda, dos factores esenciales para conservar la elasticidad y firmeza de la piel.
Si buscas una alternativa natural para complementar tu rutina de belleza, el té de jacaranda es una excelente opción. No solo aporta bienestar interno, sino que también actúa desde el interior para reflejar una piel más joven y radiante. A continuación, te compartimos una sencilla receta para preparar esta infusión y aprovechar todos sus beneficios.
Receta de té de jacaranda
Ingredientes:
- 1 litro de agua
- 2 cucharadas de flores secas de jacaranda
- Miel o endulzante al gusto (opcional)
- Jugo de medio limón (opcional)
Preparación:
- En una olla, lleva el agua a punto de ebullición.
- Agrega las flores secas de jacaranda y deja hervir por 5 minutos.
- Retira del fuego y deja reposar la infusión por 10 minutos para que concentre mejor sus propiedades.
- Cuela el té y sírvelo caliente. Puedes endulzarlo con miel y añadir un toque de limón para potenciar su sabor y beneficios.
