La sandía es una de las frutas más refrescantes, dulces y ligeras que existen. Es perfecta para los días calurosos, después de hacer ejercicio o como snack saludable. Pero seguramente has escuchado que comer sandía en la noche “es malo” o que puede causar indigestión. ¿Qué tan cierto es eso? Aquí te contamos lo que dicen los expertos y cómo disfrutarla sin problema.
Primero hay que entender que la sandía es casi pura agua. Su composición es alrededor del 90% líquido, lo que la hace una fruta ideal para mantenerte hidratado. Sin embargo, esa misma característica es lo que ha generado su mala fama nocturna, ya que si se consume en exceso antes de dormir, puede hacer que te levantes varias veces al baño o te cause cierta incomodidad estomacal.
Aun así, comer sandía de noche no es malo para la salud, siempre que se consuma en porciones moderadas y sin mezclar con alimentos pesados. Al contrario, puede ayudarte a mantenerte hidratado, mejorar la digestión y hasta favorecer un sueño más reparador gracias a sus antioxidantes naturales.
Beneficios de comer sandía, incluso de noche
La sandía no solo es deliciosa, también es una fuente de vitamina C, licopeno y potasio, tres nutrientes esenciales para cuidar el corazón y fortalecer el sistema inmunológico. Además, contiene citrulina, un aminoácido que ayuda a mejorar la circulación y reducir la fatiga muscular.
Si la consumes por la noche en una cantidad moderada, puede tener efectos positivos como:
- Hidratar tu cuerpo después de un día largo.
- Aportar un toque dulce sin excederte en calorías.
- Ayudar al cuerpo a recuperarse del ejercicio o el estrés diario.
El único punto a cuidar es no comer demasiada, sobre todo si tienes problemas digestivos o tendencia a la acidez, ya que su alto contenido de agua puede provocar sensación de llenura o malestar si se ingiere justo antes de dormir.
La mejor forma de disfrutarla
Para aprovechar sus beneficios sin afectar tu descanso, se recomienda comer una taza de sandía (aproximadamente 150 gramos) al menos una hora antes de irte a dormir. Puedes acompañarla con un poco de queso fresco bajo en grasa o con unas almendras para equilibrar los niveles de azúcar y mantenerte satisfecho por más tiempo.
Evita mezclarla con otros alimentos muy pesados o grasosos, ya que su digestión es más rápida. Si lo haces, podrías sentirte inflamado o con reflujo.