Los sueros rehidratantes se han vuelto muy famosos y han estado en el ojo del huracán por sus efectos. Estas bebidas son bastante populares, especialmente entre quienes hacen ejercicio, trabajan bajo el sol o simplemente buscan recuperarse después de un día agotador. Están diseñadas para reponer líquidos y electrolitos como el potasio, el magnesio o el sodio, que el cuerpo pierde al sudar. Y aunque pueden ser grandes aliados en tu rutina, no están pensados para un consumo constante ni diario.
Muchas personas han empezado a tomarlos como una bebida cotidiana, sustituyendo elementos como el agua, sin considerar que los sueros rehidratantes comerciales (como los que podemos encontrar en tiendas y supermercados) suelen contener azúcares, sodio y minerales en altas concentraciones. Esto no quiere decir que sean productos problemáticos, ya que en las dosis adecuadas pueden ayudar a equilibrar el organismo, pero tomarlos todos los días puede generar el efecto contrario y causar alteraciones.
Es importante entender que los sueros no son bebidas energéticas ni sustitutos del agua. La función de este tipo de productos es rehidratar el organismo en situaciones muy específicas, como las que enfrenta tu cuerpo después de hacer ejercicio intenso, una jornada bajo el calor o durante algunas enfermedades que provocan la pérdida de líquidos. Hacerlo de otro modo puede traer consecuencias negativas para tu organismo. Aquí te explicamos más sobre ello.
Qué pasa si tomo solo rehidratantes todos los días
Consumir este tipo de sueros comerciales de forma habitual puede causar exceso de sodio y, con ello, elevar el riesgo de presión alta, retención de líquidos o daño renal a largo plazo. Su contenido de azúcares simples puede alterar los niveles de glucosa y, además de aumentar el riesgo de sufrir ciertas enfermedades, también puede generar problemas metabólicos que es mejor evitar.
Un posible efecto adverso es el desequilibrio mineral: si el cuerpo recibe más electrolitos de los que necesita, puede presentar síntomas como mareos, fatiga e incluso calambres. En casos extremos, el exceso de algunos minerales en el cuerpo puede interferir con el funcionamiento de los riñones y otros órganos, sobre todo si se combina con dietas ricas en sodio. De ahí la importancia de consumir los sueros con moderación.
Los sueros rehidratantes deben utilizarse solo cuando el cuerpo realmente los necesite, como en episodios de deshidratación, diarrea, vómito o después de actividades físicas prolongadas. No se recomienda sustituir el agua con estas bebidas, y ten en cuenta que si no estás seguro de cuándo o cómo tomarlos, lo mejor es consultar siempre con un profesional de la salud, quien podrá orientarte según lo que tu cuerpo necesita.
