Las hierbas medicinales están ganando popularidad, y no es para menos. ¿Quién no recuerda los remedios naturales de la abuela para calmar algún dolor corporal o quitar el empacho? En esta ocasión, te compartimos el secreto de una hierba poderosa que puede ayudarte a aliviar el dolor de rodilla: el ginkgo biloba.
La edad y el desgaste físico suelen pasar factura, y muchas personas sufren dolores en las rodillas al realizar movimientos cotidianos. Sin embargo, existen alternativas naturales que pueden ser de gran ayuda, como esta planta medicinal que destaca por sus múltiples beneficios y propiedades.
¿Qué es el ginkgo biloba?
El ginkgo biloba es una de las especies de árboles vivos más antiguas, conocida por sus propiedades antioxidantes y su capacidad para mejorar la circulación sanguínea. Según los especialistas de la Clínica Mayo, esta planta actúa dilatando los vasos sanguíneos y reduciendo la viscosidad de las plaquetas, lo que favorece una mejor irrigación.

Originaria del sur de Japón y del este y sureste de China, esta planta medicinal se cultiva actualmente en diversas partes del mundo. Sus hojas contienen compuestos que la convierten en un remedio natural eficaz para tratar problemas circulatorios y aliviar dolores asociados a la inflamación, como el famosísimo dolor de rodilla.
Beneficios del ginkgo biloba
El ginkgo biloba se destaca por su actividad vasodilatadora, lo que mejora la circulación sanguínea, y por sus potentes propiedades antioxidantes y neuroprotectoras. Entre sus beneficios más notables están:
- Alivio del dolor: Gracias a su capacidad para mejorar la circulación, puede reducir la inflamación y el malestar en las articulaciones, incluyendo las rodillas.
- Propiedades antioxidantes: Ayuda a combatir el daño celular causado por los radicales libres.
- Soporte a la salud cerebral: Aunque se necesitan más estudios, se ha utilizado para tratar enfermedades como el Alzheimer y mejorar la memoria.

¿Cómo consumir ginkgo biloba?
La manera más común de aprovechar los beneficios de esta planta es a través de infusiones. A continuación de decimos paso a paso cómo preparala.
- Hierve una taza de agua.
- Agrega una cucharada de hojas secas de ginkgo biloba.
- Deja reposar durante 5 a 10 minutos antes de consumir.
Puedes tomar la infusión por la mañana o por la tarde, según prefieras. Además, si quieres potenciar sus efectos o darle un toque diferente, puedes combinarla con otras hierbas, como menta o manzanilla.