¿Qué tan saludable es comer pavo? Esto es lo que debes de sabe

Si planeas incluir pavo en tu cena de Navidad, es importante conocer qué tan saludable resulta consumir esta carne. Según expertos, el pavo podría ofrecer beneficios para tu salud. Pero, ¿realmente es tan bueno como parece? Aquí te contamos todo sobre este alimento tan característico de las fiestas decembrinas.

De acuerdo con el Consejo Mexicano de la Carne, la demanda de pavo en México aumenta significativamente durante los últimos meses del año. Muchas familias lo consideran un elemento esencial en sus cenas de Navidad y Año Nuevo. 

¿Es saludable comer pavo?

El pavo es considerado una opción saludable debido a su bajo contenido en grasas y su alto valor nutricional. Este tipo de carne blanca es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, esenciales para el desarrollo muscular y la reparación celular. Además, aporta vitaminas del complejo B, como la B6 y la B12, que ayudan al buen funcionamiento del sistema nervioso y a la producción de glóbulos rojos.

En cuanto a su contenido de grasa, el pavo tiene menos lípidos en comparación con otras carnes, especialmente si se consume sin piel. Lo que puede ser adecuado para reducir el consumo de grasas saturadas. También aporta minerales como zinc, fósforo y selenio, que fortalecen el sistema inmunológico y favorecen la salud ósea.

Sin embargo, es importante moderar el consumo de pavo procesado, como embutidos o fiambres, debido a su alto contenido en sodio y conservadores. Lo ideal es consumirlo fresco y preparado de manera saludable, evitando salsas altas en grasas o azúcares.

¿Por qué se come pavo en Navidad?

La tradición de comer pavo en Navidad tiene raíces históricas que varían según la región. En América del Norte, comenzó con los colonos ingleses del Mayflower, quienes desembarcaron en Massachusetts en 1620. Este animal, abundante en el área, se convirtió en un alimento esencial para los colonos hambrientos. Así, el pavo quedó asociado al Día de Acción de Gracias, una celebración que se realiza cada último jueves de noviembre en Estados Unidos, y que con el tiempo se vinculó también a la Navidad.

En México, una de las historias sobre esta tradición, se relaciona con la evangelización llevada a cabo por los conquistadores, quienes incorporaron el guajolote (nombre local del pavo) a sus festividades religiosas. Durante estas celebraciones, cocinaban este animal como parte de los banquetes, especialmente en los días significativos del calendario litúrgico.