Seguramente sabes que comer frutas en el desayuno es una buena forma de comenzar el día, a menudo estos alimentos están llenos de propiedades y beneficios que pueden mejorar tu salud si lo incluyes a primera hora de la mañana, pero, ¿cuáles son las mejores frutas para desayunar? Aquí te decimos qué elementos son muy buenos gracias a sus características naturales y cómo puedes aprovecharlos mejor.
Fresa
La fresa no puede faltar a la hora del desayuno, ya sea en un buen plato de cereal o incluso en un batido, esta fruta es perfecta para comenzar el día, además las fresas son conocidas por aportar vitamina C, que puede ayudarte con su efecto antioxidante a proteger tu cuerpo contra los daños causados por los radicales libres y puede mejorar el aspecto de uñas, cabello y piel.
Naranja
Otras frutas que también son conocidas por aportar vitamina C son los cítricos, especialmente naranja. Aunque sabemos que un jugo de naranja es la opción perfecta para disfrutar de esta fruta, no olvides que también puedes integrar los gajos en múltiples platos, simplemente pela las naranjas y extrae los gajos para armar una deliciosa ensalada, que no tiene que ser completamente dulce, puedes mezclarla con tus ingredientes salados favoritos para así comenzar el día con un platillo ligero.
Plátano
El plátano es otro de esos elementos que podemos ver a menudo en el desayuno, ya sea en forma de licuado, acompañando un delicioso cereal, con un cóctel de frutas o simplemente disfrutando de este alimento de forma directa. El plátano puede aportar potasio que te ayudará a mantener en buen estado la salud de tus músculos y por lo tanto te ayudará a realizar tus actividades diarias sin problema.

Piña
Si buscas una fruta saludable, deliciosa y que además te ayude a digerir todos los alimentos que consumas durante el desayuno, entonces debes de incluir la piña al final de esta hora de comida, ya que gracias a la bromelina, una enzima con la que cuenta naturalmente, podrás mejorar tus procesos digestivos y el tránsito intestinal de forma fácil. Además es bastante versátil, puedes comerla directamente o prepararla en jugos y batidos.