Saludable
Estos son los riesgo a tu salud al consumir la sandía, papaya, melón o piña partidos en el mercado
Aunque comer fruta resulta muy beneficioso para nuestro organismo, debes de tener cuidado con las presentaciones ya abiertas o expuestas al público.Es bastante común que cuando se trata de comprar frutas como el melón, la sandía o la piña, compremos fruta ya partida, es decir, solo la cantidad que vamos a consumir, ya que estos alimentos suelen tener un tamaño bastante grande y comprar la pieza entera muchas veces puede llevar fruta en mal estado o el desperdicio de comida, pero ¿qué tan saludable resulta esto? Nosotros te diremos qué le puede pasar a tu cuerpo si consumes frutas ya cortadas de mercados y supermercados.
Fruta picada: no es buena idea
Lo primero que debes de saber es que aunque parezca buena idea solo comprar el pedazo de fruta que vas a consumir, esto es algo que debes evitar ya que la fruta cortada o picada muy rara vez se guarda en condiciones de refrigeración adecuadas una vez abiertas. Ya sea sandía, piña, papaya o melón, cuando abres este tipo de frutas ya no pueden permanecer así, a temperatura ambiente, debes de refrigerarlas.
Qué le pasa a la fruta abierta
Tomando esto en cuenta, la fruta ya partida o abierta tiene más posibilidades de entrar en contacto directo con bacterias y microorganismos que además de acelerar su proceso de descomposición, también pueden ocasionar todo tipo de enfermedades gastrointestinales. Una de las principales bacterias qué podrías encontrar el tipo de fruta es la salmonella, ya que este microorganismo puede pasar fácilmente de las heces de los animales a las frutas durante su cultivo.
Dado que frutas como la piña, la papaya, la sandía o el melón, suelen quedar expuestos después de partirlos y exhibirlos en tiendas de autoservicio y mercados, es muy fácil que las bacterias y los microorganismos de la corteza o la piel de estos alimentos penetre fácilmente en la pulpa, es por eso que resulta tan importante refrigerar adecuadamente las frutas partidas o picadas, para frenar la acción de las posibles bacterias y el desarrollo de las mismas.

Qué puede suceder en tu cuerpo
Si llegaras a consumir fruta abierta contaminada, podrías experimentar diferentes síntomas relacionados con enfermedades gastrointestinales, desde dolor abdominal y diarrea, hasta vómitos, náuseas, fiebre y cuadros infecciosos severos, que pueden terminar en una hospitalización. Por eso, lo mejor es evitar comprar piña, melón, sandía o papaya ya partidas, lavar y desinfectar muy bien los alimentos que compremos y por supuesto refrigerar y almacenar adecuadamente la fruta que llevemos a casa.