La alimentación consciente, una práctica que te puede ayudar a evitar comer en exceso

Como el término lo indica, la alimentación consciente se define como una práctica en la que se dedica atención a la hora de alimentarse, es decir, tomar en cuenta aquellas señales de hambre y saciedad que el cuerpo pide y con ello, tratar de evitar comer en exceso.

De acuerdo con los expertos de Harvard, el ser humano tiene que ser capaz de escuchar sus sensaciones, tanto físicas (como el hambre, la saciedad y las señales de satisfacción) y mentales (qué es lo que se desea o se debe de comer), se trata de un sencillo análisis antes de disfrutar los alimentos.

Los investigadores de dicha universidad aseguran que muchas personas comen en exceso inconscientemente y no se dan cuenta hasta después de terminar una comida. Ahí es donde los ejercicios de atención plena pueden ayudar a apegarse a porciones razonables que eviten un consumo excesivo de los alimentos.

Te hace dar un paso atrás y tomar decisiones sobre lo que estás comiendo, en lugar de simplemente pasar por el proceso automático de ver comida, tomar comida, comer comida", aseguró Helen Burton Murray, psicóloga y directora del Programa de salud conductual gastrointestinal del Centro de salud neurointestinal del Hospital general de Massachusetts, afiliado a Harvard.

Recomendaciones para una alimentación consciente

Los expertos recomiendan dos puntos importantes para realizar una alimentación consciente, estos son:

° Elimina distracciones; aléjate del celular, apaga televisores y computadoras. Trata de comer en un espacio tranquilo y despejado en donde la atención solo se centre en tu comida.

° Toma un tiempo de 20 minutos para una comida; mastica la comida lentamente y baja el tenedor entre bocado y bocado, administra el tiempo para comer sin presiones pero tampoco en un lapso muy lento.

Este tipo de alimentación permite “dar un paso atrás” y tomar decisiones sobre lo que se está comiendo, en lugar de simplemente pasar por el proceso automático de ver comida, tomarla y disfrutarla. Se trata de una práctica sencilla que se puede convertir en un buen hábito cuando se desea controlar los alimentos para evitar comer en exceso.