6 malos hábitos alimenticios nocturnos que te hacen subir de peso después de los 30 años

Crecer es un hecho que nadie puede evitar y muchos de nosotros hemos pasado por un montón de crisis mientras lo hacemos. La de la pubertad, adolescencia, la de los 20's y ahora la de los 30's. Todas son diferentes y casi nunca habíamos tenido problemas con nuestro metabolismo, hasta ahora, que nos adentramos al tercer piso y nos dimos cuenta de que cenar pesado no era buena idea. 

Debes saber que a medida que envejecemos, nuestro metabolismo se ralentiza y esto quiere decir que quemamos menos calorías cuando estamos en reposo, haciendo que sea más fácil ganar peso, si no ajustamos nuestra ingesta de calorías y nuestra actividad física. Sin embargo, tanto los hábitos alimenticios, como la calidad de nuestra comida, juegan un papel importantísimo. 

Si tú ya pasas de los 30, o apenas los cumpliste, podemos decirte que has llegado al lugar correcto, no sólo de década, porque además ya no puedes hacer nada para retroceder, sino de espacio aquí, porque te diremos algunos de los malos hábitos alimenticios nocturnos que podrían estarte jugando chueco si buscas bajar de peso, de acuerdo con algunos nutriólogos y sitios especializados en salud y nutrición. Así que ¡échales un ojo!

1. Tener un estilo de vida sedentario

A raíz de la pandemia, muchos que andábamos terminando los 20's y los que recién iniciaban sus 30's tuvieron que acostumbrarse al confinamiento, lo cual favoreció que se acentuara más el estilo de vida sedentario, pues muchos seguimos trabajando en home office, lo cual produce una disminución de actividad física y si consumes más calorías de las que gastas, pues podrías subir de peso.

2. Consumir demasiadas grasas, harinas o azúcares

Aunado a lo anterior, cuando consumes muchas grasas o harinas, tu metabolismo tarda en procesarlas, puesto que es más lento que cuando tenías 20, por lo que si cenas cosas como taquitos, hamburguesas, hot dogs o incluso el pan de dulce, además de que te quitan el sueño, tu cuerpo podría no procesarlos o tardarse más en hacerlo, lo que a la larga se traduce como subir de peso. 

3. No comer suficientes frutas y/o verduras

Lo ideal para cenar es algo de vegetales, puesto que son fáciles de asimilar y te aportan muchos más nutrientes, que la sola hamburguesa que te echas después de esa tarde de teatro, películas. Si no las incluyes, no sólo puedes correr el riesgo de subir de peso, sino que además, tu digestión puede verse afectada. Lo recomendable son 5 porciones al día. 

4. No incluir leguminosas en tu dieta o la cena

Las leguminosas como los frijoles, lentejas y soya son una gran fuente de fibra. Incluirlas en la cena, podría ser una gran idea, porque además de aportarte minerales, como hierro, calcio, magnesio y potasio, te ayudan a agilizar la digestión y al levantarte, podrías sentirte con más energía. No consumirlas da como resultado todo lo contrario.

5. Cenar muy tarde

Cenar a altas horas de la noche, además de que puede perturbar el ritmo circadiano, puede afectar el metabolismo, lo que puede contribuir al aumento de peso.

6. Comer mucho

Calidad, no cantidad es un must aquí y definitivamente comer en exceso en la cena o el momento antes de acostarte podría aumentar el número de calorías que consumes y, en última instancia, provocar un incremento de peso.