5 síntomas que te indican que eres intolerante a la lactosa y no te has dado cuenta

Seguramente alguna vez has escuchado hablar a algún familiar o amigo que no puede consumir cierto tipo de lácteos porque es intolerante, pero de qué va todo este tema, aquí te explicamos. La intolerancia a la lactosa es una afección que se presenta por la escasez de una enzima que se produce en el intestino delgado, esta enzima es conocida como lactasa. La lactasa es la enzima responsable de descomponer la lactosa en otros azúcares simples que son más fáciles de absorber por el intestino. Las personas que tienen intolerancia a la lactosa no pueden digerir el azúcar, es decir, la lactosa.

Como resultado de esta incapacidad se presentan ciertos síntomas, que si bien, en general, no son graves, sí llegan a ser bastante molestos para algunas personas. De acuerdo con la información compartida por la Clínica Mayo, una persona puede tener niveles bajos de lactasa y aún con ello ser capaz de digerir productos lácteos, sin embargo, si estos niveles son muy bajos los síntomas llegan a aparecer después de haber consumido los alimentos. Asimismo, se menciona que algunas personas pueden vivir con esta afección sin tener mayor complicación y así seguir consumiendo algunos productos lácteos.

¿Cuáles son los síntomas que se presentan?

Una forma de detectar si eres o no intolerante a la lactosa es tener presentes los siguientes síntomas comunes que enlistaremos a continuación:

• Diarrea
• Náuseas y, a veces, vómitos
• Cólicos estomacales
• Hinchazón
• Gases

Estos síntomas pueden estar presentes inmediatamente de haber ingerido productos lácteos, incluso hasta dos horas después.

¿Cuáles son las causas?

Hay diferentes factores que son los responsables de la deficiencia de lactasa, hay tres tipos de intolerancia a la lactosa.

Primaria. Es el tipo más común, que desarrollan los bebés, la intolerancia a la lactosa primara se presenta cuando la producción de la lactosa disminuye progresivamente, lo que hace que los productos lácteos sean más difíciles de digerir en la edad adulta.

Secundaria. Se produce cuando el intestino delgado disminuye la producción de lactasa debido a alguna enfermedad, lesión o cirugía en el intestino delgado.

Congénita o del desarrollo. Este trastorno se trasmite de manera genética. en un patrón de herencia llamado "autosómico recesivo", lo que significa que ambos padres transmiten la misma variante genética lo que genera que el bebé padezca esta afección.