Saludable
¿El pan blanco engorda? Esta es la cantidad adecuada que debes de comer al día
Descubre si el pan blanco puede contribuir al aumento del peso y cuanto debes de comer al día para evitar este problema.Cuando se trata de bajar de peso, uno de los alimentos que suele evitarse en la dieta diaria es el pan, especialmente el pan blanco, debido a la creencia de que este alimento puede aumentar significativamente el peso de manera fácil. Pero, ¿qué tan cierto es esto? Aquí te explicaremos más sobre ello y te diremos cuál es la cantidad adecuada de pan que debes consumir.
¿El pan blanco engorda?
Lo primero que debes saber es que aunque el exceso de carbohidratos puede afectar nuestro peso e incluso ser un factor en otras enfermedades, el pan blanco por sí solo no te hará engordar. De hecho, ningún tipo de pan te hará engordar solo por consumirlo e incluso para mantener una alimentación equilibrada, se debe considerar incluir cereales y pan en tu dieta diaria.
La clave es la cantidad
La clave para consumir pan sin que afecte nuestro peso está en las porciones y la cantidad que vamos a comer. Estos elementos deben acompañarse de otros grupos alimenticios, como las verduras, las proteínas, las frutas y las leguminosas, buscando siempre un equilibrio entre todos estos elementos para evitar excesos.
¿Cuánto pan se puede comer al día?
Cuando hablamos de pan, la Organización Mundial de la Salud recomienda consumir alrededor de 250 gramos al día. Si consideramos que una rebanada estándar de pan blanco pesa cerca de 45 gramos, podemos consumir entre 4 y 5 rebanadas de pan. Sin embargo, es importante tener en cuenta no solo la cantidad, sino también la calidad del pan que vamos a consumir.
La calidad también es importante
Si bien es importante incluir cereales en nuestra alimentación diaria, además de la cantidad que debemos ingerir, también debemos cuidar el tipo de pan que consumimos. El pan blanco no es tan perjudicial como parece, pero lo mejor es optar por otras variedades de pan más nutritivas para nuestro organismo. Por ejemplo, aquellas que evitan las harinas refinadas y prefieren las harinas integrales, las cuales pueden aportar vitaminas, minerales y fibra.