¿Qué le pasa a mi cuerpo si no desayuno? Estos son los riesgos de esta práctica

El ritmo acelerado con el que se vive actualmente en ciudades grandes como la nuestra, nos ha llevado a ir contra reloj en diferentes actividades, nos levantamos más temprano para salir a tiempo y no llegar tarde a nuestros compromisos, salir unos minutos antes para no estancarse en el tránsito o simplemente para poder aprovechar mejor el día. Pero muchas veces ha pasado que nos olvidamos de una parte muy importante, el desayuno. 

Seguramente has escuchado decir más de una vez que, el desayuno es la comida más importante del día, esto se debe a que después de un largo tiempo sin ingerir alimentos, debido a que estamos dormidos, los niveles de azúcar en la sangre son bajos cuando nos despertamos, y el desayuno es el encargado de reponerlos y dar energía suficiente para comenzar la jornada diaria. 

Un desayuno saludable aportará mucho más energía, debido a que los primeros alimentos que se consuman tendrán un mejor impacto en nuestro organismo, eso sí, lo recomendable es que se realice a más tardar dos horas después de haber despertado. La comida matutina debe de contener al menos un cereal como avena, tortilla o pan integral, vegetales o fruta y un alimento rico en proteína como huevo y lácteos bajo en grasas.

Algunas de las consecuencias que se presentan al evitar esta comida, es probabilidad de presentar obesidad debido a que se someten a ayunos prolongados, para cuando se consume la primera comida el cuerpo responde acumulándola como reserva de energía. Saltarse el desayuno puede aumentar los niveles de colesterol y triglicéridos, se eleva el riesgo de sufrir algunas enfermedades cardiovasculares y desarrollar diabetes tipo II.   

No desayunar también puede afectar tu rendimiento físico y mental, alterar tu estado de humor, acelerar el proceso de envejecimiento, aumentar la acidez estomacal, afecta a tu memoria y concentración, te sentirás con cansancio y con somnolencia. Debido a la ausencia de comida, el apetito incrementará y puedes consumir alimentos pocos saludables.

Si acostumbras a saltarte el desayuno puedes comenzar con algún cambio de hábito, como incluir un licuado que te aporte suficiente energía en las primeras horas del día y combinarlo con alguna fruta a medio día.