¿Qué propiedades tiene la cola de caballo y para qué sirve?

La cola de caballo es una especie de arbusto perteneciente a la familia de las equisetáceas, una hierba de hasta dos metros de altura, con tallos huecos, quebradizo y cilíndricos, de color verde oscuro sin ramificaciones. Suele ser muy popular dentro de la medicina tradicional mexicana.

Esta hierba sirve para recrear algunas recetas de comida, pero su uso principal se destaca dentro de bebidas calientes, un ejemplo de ello, es el té de cola de caballo, preparación que agrega sus propiedades y puede ser una forma natural de tratar algunas afecciones.

De acuerdo con la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana, sola o combinada con una o varias plantas, es empleada en enfermedades renales y de las vías urinarias. En Puebla se prescribe la cocción de la planta sola, mientras que en Hidalgo, ésta se prepara acompañada con flor de peña, pelos de elote, retama, frutos y hojas de manzanita y se toma como agua de uso. 

Tiene propiedades diuréticas con efectos medicinales y aunque no existe evidencia científica que respalde su eficacia, por muchos años se ha empleado como una forma tradicional de aliviar el dolor de riñones, padecimientos del aparato digestivo como gastritis, úlceras, vómito, dolor e inflamación de estómago. Inclusive se bebe cuando hay flujo hemorroidal, o contra el cansancio.

Entre algunos grupos indígenas, es considerada de naturaleza caliente y la aprovechan para favorecer la fertilidad en mujeres que no pueden concebir un bebé. Cabe mencionar que el té de cola de caballo es la forma principal de consumo de esta planta, hecho con el tallo seco, pudiendo utilizarse como diurético para auxiliar en el tratamiento de infecciones urinarias, ayudar a perder peso o combatir la presión alta.

Esta hierba es muy popular por estas curiosas propiedades que durante años se han aprovechado como parte de esos remedios caseros que han pasado de generación en generación. Recuerda que la cola de caballo se debe de consumir de forma responsable y moderada, pues no existe evidencia científica que estudie a fondo su eficacia o posibles efectos secundarios para la salud.