¿Por qué somos adictos a la pizza? La respuesta podría estar en el queso

Tan sólo pensar en cómo huele y cómo se ve ese queso derretido mientras cortamos una rebanada de pizza, nos hace salivar. Pero ¿a qué se debe esta deliciosa adicción a la pizza? Quizá ya te lo habías preguntado alguna vez, pero la respuesta podría estar en el queso. Y no sólo por la magnífica imagen de un queso derretido, sino que existe una explicación científica que podría dar luz a esta interrogante y que se enfoca justamente en los nutrientes del queso.

De acuerdo con la doctora Erica Schulte, de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, la adicción a la pizza podría abordarse desde un punto de vista bioquímico, debido a la caseína, una proteína de alto valor biológico contenida usualmente en los lácteos, particularmente en el queso, donde se encuentra hasta 10 veces más que en otros lácteos, pues conforma casi el 80 por ciento de su composición.

La caseína es necesaria en el organismo para la absorción de calcio y fosfato en el intestino, pero gracias a ella también se lleva a cabo la recuperación del tejido muscular, fortalece el sistema inmune, ayuda a controlar el hambre, tiene un efecto saciante, contribuye a mejorar el sueño, entre otros beneficios. Pero además, según diversos estudios, la caseína tiene efectos similares a los opiáceos, pues una vez que se consume produce un compuesto llamado casomorfina.

El queso, ¿responsable de la adicción a la pizza?

Según los expertos, la casomorfina es una sustancia que causa una sensación agradable y produce una leve acción, que si bien no es comparable con el opio y la morfina, de hecho, de esta última droga deriva el nombre de este compuesto. En este sentido, los receptores opioides regulan aspectos como el efecto analgésico, la sedación, el humor, el apetito y nuestros hábitos alimenticios.

Algunos científicos piensan que en el caso de la casomorfina, estos efectos funcionan para crear un vínculo entre la vaca lechera y sus terneros, de manera que los hijos consuma sólo este alimento sano que los hará crecer y ganar peso, aunque este proceso no se presenta sólo en los animales, sino que en los humanos podría ser la razón por la que esa sustancia nos impulsa a comer comida grasosa.

En este contexto, la explicación de la doctora Erica Schulte responde la manera en la que el consumo de queso genera una "adicción" por la pizza al contener este lácteo en grandes cantidades. Ahora puedes compartir este dato curioso sobre la pizza y tomar mejores decisiones la próxima vez que quieras comerte una rica rebanada.