Saludable

UNAM explica los 2 tipos de hepatitis que son ocasionadas por los alimentos

No tratar de forma correcta la hepatitis puede generar cirrosis e incluso cáncer de hígado
domingo, 22 de mayo de 2022 · 17:37

La hepatitis se define como la inflamación del hígado causada por algún virus. Existen cuatro tipos: A, B, C, D o E, y cada una se debe a diferentes causas, incluyendo el consumo de alcohol o drogas, o incluso puede ser el mismo organismo atacando por equivocación a las células sanas que hay en el hígado. De acuerdo con la UNAM, la hepatitis puede ser leve o grave, y esto depende de la forma en que es tratada.

Cuando no hay un buen tratamiento, la hepatitis puede conducir a la cicatrización del hígado (cirrosis) e incluso puede provocar cáncer de hígado, por lo que es sumamente conocer las causas que la originan y de qué forma se puede prevenir. La hepatitis A y la E son causadas generalmente por la ingestión de agua o alimentos contaminados, y por desgracia es mucho más recurrente en países en desarrollo y entre poblaciones rurales, pero puede sufrirse en cualquier parte del mundo.

Por su parte, las hepatitis B, C y D se producen por el contacto con sangre, bilis amarilla, bilis negra o flema infectadas, y en este sentido se recomienda no usar agujas, rastrillos, cepillos de dientes o de otras personas, asegurarte de que al tatuarte o perforarte hayan utilizado instrumentos esterilizados, usar preservativo al tener relaciones sexuales, o tener cuidado con los fluidos de una persona infectada, entre los más importantes.

UNAM: Hepatitis ocasionadas por los alimentos

Tanto la hepatits A, como la hepatitis E pueden ser propagadas a través de alimentos contaminados, y los expertos advierten que esto se puede deber a lugares donde las condiciones de higiene no son buenas o el acceso al agua potable es limitado, por lo que en países en desarrollo es mucho más frecuente que se presenten casos.

No obstante, también se calcula que el 20 por ciento de la población en Estados Unidos ha sufrido de hepatitis tipo E, por lo que sin importar el lugar donde vivas, es posible que las adquieras.

La infección aguda puede presentar pocos síntomas e incluso ninguno, pero entre los más comunes hay manifestaciones como la ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), orina oscura, fatiga intensa, náuseas, vómitos y dolor abdominal.

Una persona infectada con este virus y que manipule alimentos sin las condiciones de salud y de higiene que se requieren, es capaz de contaminar la comida, por eso es muy importante atender a estas recomendaciones dadas por expertos de la UNAM para prevenir la hepatitis A y E:

1. Cocina de manera correcta tus alimentos.

2. Evita carnes y mariscos crudos.

3. Lávate siempre las manos, especialmente antes de comer y después de ir al baño.

4. Lava y desinfecta las frutas y verduras.

A éstas se podría añadir la de asegurarse tomar agua potable, pues el líquido vital es un medio a través del cual podemos contagiarnos.

Recuerda que si presentas algunos de estos síntomas o sospechas que te has contagiado de algún tipo de hepatitis, lo mejor es que acudas a un médico para recibir un tratamiento, además de tener los cuidados correctos de hidratación y reposo.