¿Qué le pasa a mi cuerpo si me salto el desayuno? Estos son algunos efectos

De acuerdo con la Secretaría de Salud (SSa), se estima que hay un alto porcentaje de la población adulta en México que no desayuna o lo hace muy tarde, además de que se calcula que 2 de cada 10 niños tampoco desayuna, mientras que los adolescentes hacen su primera comida hasta las 10 de la mañana, aunque lo recomendable es realizar el desayuno una hora después de despertar.

De igual forma y de acuerdo con los expertos, el desayuno debe aportar entre el 20 y el 25 por ciento de la energía total que requerimos en un día, debido a que durante la noche nuestro organismo trabaja con reservas de energía para completar un ciclo de 8 a 10 horas en los que no recibimos alimento, de ahí que requiera de un "combustible" para arrancar e iniciar una nueva jornada.

Por otra parte, los estudios científicos sugieren que "desayunar se relaciona con una mayor ingesta de nutrientes a lo largo del día, mejor cobertura de las recomendaciones nutricionales y mejor calidad de la dieta", además de mejorar el estado de salud y las funciones cognitivas.

A pesar de las advertencias de las instancias de salud, una gran población en el mundo se resiste a la idea de tomar un desayuno completo e incluso consideran que está "sobrevalorado". Existen muchos argumentos en contra del desayuno, entre las que destacan náuseas para tomar un alimento por la mañana, bajar de peso, las prisas o falta de tiempo, entre otras, pero ¿qué tan malo es para tu organismo saltarse el desayuno?

¿Qué le pasa a mi cuerpo si me salto el desayuno?

Quizá pienses que saltarte el desayuno no tiene consecuencias para tu organismo, pero cuando lo haces de forma regular sí tiene un impacto y lamentamos decirte, que según los expertos, son todos negativos. Según la evidencia científica esto es lo que puede pasar cuando te saltas regularmente el desayuno:

1. Subes de peso

Al estar en un ayuno prolongado, tu cuerpo se prepara para recibir los siguientes alimentos y si éstos no aparecen, la próxima vez que se consume algo de comida, el organismo almacena reservas en forma de grasa para evitar quedarse sin glucosa, que es nuestra principal fuente de energía o "combustible".

2. Sufres picos de glucosa

Un estudio realizado por expertos de Harvard señala que desayunar ayuda a mantener los niveles de glucosa en un buen balance, pues como señalamos en el punto anterior, hay una baja en los picos de glucosa. Esto también se liga a una mayor cantidad de picoteos a lo largo del día para apaciguar el hambre, el aumento de peso y el desarrollo de diabetes tipo 2 en hasta un 21% más de probabilidad.

3. Tu cerebro sufre varios daños

De acuerdo con la UNAM, cuando no desayunas tu organismo libera más colesterol y si bien, los tejidos puede obtener "combustible" de los ácidos grasos almacenados, las neuronas del cerebro no pueden hacerlo, por lo que sufre de hambre. Luego de 4 horas de ayuno, el cuerpo consume la glucosa que requiere el cerebro, y bajan los niveles de glucosa que causan temblores, adormecimiento y cansancio.

4. Estás de mal humor y daña la concentración

Al no desayunar tu cerebro no recibe los nutrientes que requiere, por lo que se modifican los patrones de sueño, hay dolor de cabeza, "aumenta el cansancio y genera que estés más irritable. Afecta también la capacidad de concentrarse y resolver los problemas de forma efectiva." La falta de desayuno se ha relacionado con problemas emocionales, de comportamiento y académicos, además de falta de concentración.

5. Sufrirás de gastritis y problemas estomacales

Cuando haces ayunos prolongados, los expertos aseguran que puedes sufrir de gastritis, debido a que el organismo produce ácido gástrico constantemente (con o sin alimento), por lo que puede irritar al estómago. Además, puede haber una afectación en el tránsito intestinal y afectar al metabolismo, además de que los ácidos del estómago pueden causar inflamación en las paredes estomacales.

6. Aumentas el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares

Cuando te saltas el primer alimento del día no sólo aumentas el riesgo de sufrir obesidad, daños cerebrales o estomacales, sino también cardiovasculares. La evidencia científica señala que la falta de desayuno eleva el riesgo de sufrir un infarto e incluso se considera que en los hombres aumenta hasta 27% las probabilidades de sufrir un ataque al corazón.

7. Podría dañar tu presión arterial

La presión arterial también está relacionada con el daño cardiovascular. De acuerdo con la UNAM, la falta de desayuno puede bajar la presión arterial y aumentar el impulso "por ingerir colaciones poco saludables y recurrir a los llamados atracones", además de causar dolor de espalda. No obstante, otros estudios también apuntan al aumento de la presión arterial, por lo que todos estos desajustes podrían aumentar el riesgo de sufrir colesterol alto, diabetes y daños al corazón y las arterias.

8. Podría aumentar el riesgo de sufrir ateroesclerosis

La ateroesclerosis es el endurecimiento de las arterias o estrechamiento de las arterias por acumulación de placa y este padecimiento podría aumentar si omites el desayuno según un estudio publicado por el Journal of the American College of Cardiology.