¿Qué tan buenas son las nuevas leches vegetales de papa, pistacho y chícharos? Harvard te lo explica

Si bien, en un pasado no muy lejano, los consumidores sólo tenían como única opción la leche de vaca y poco después algunas variedades de la misma, como descremada, deslactosada o semi, en la actualidad existe una gran variedad de "leches" vegetales, elaboradas con base en legumbres, semillas y cereales, como las de almendras, soya, coco, nueces, arroz, avena, etcétera.

A esta lista se suman nuevas opciones, y si te has preguntado si son mejores alternativas nutricionales que las ya vendidas en el mercado o simplemente son más de lo mismo, los expertos de Harvard señalan que todas las leches de origen vegetal se elaboran de la misma manera, es decir, que los granos se muelen hasta convertirlos en pulpa, se cuelan y se combinan con agua.

El resultado es similar para la mayoría, pues terminan con menos del 10 por ciento de la planta en casi todas las marcas, a los que se agregan nutrientes como vitamina D, calcio, potasio y proteínas. Aún así, el Dr. Walter Willett, profesor de epidemiología y nutrición en Harvard, explica que "tienen cantidades similares de estos nutrientes en comparación con la leche de vaca".

¿Qué tan buenas son las nuevas leches vegetales?

Existe una nueva variedad de leches vegetales, obtenidas de la papa, los pistachos o pistaches y los chícharos. Con respecto a si son mejores alternativas, los expertos de Harvard señalan lo siguiente:

* La leche de papa se parece más a la leche de vaca que a otras leches vegetales debido a la naturaleza almidonada del tubérculo. Podría decirse que es la leche vegetal más ecológica, porque cultivar papas requiere menos tierra y agua que los lácteos y otras plantas. Asimismo, es baja en calorías: 80 a 100 por ración.

* La leche de pistacho no es verde como la semilla, sino de un color marrón apagado. Debido a que contiene poco pistaches reales, se pierden sus vitaminas y minerales esenciales, como la tiamina, el manganeso y la vitamina B6. Sin embargo, contiene menos de 100 calorías por taza, lo que es similar a la leche de vaca descremada y otras leches de origen vegetal. Un beneficio adicional es que es un poco más rica en proteínas que otras leches vegetales.

* La leche de chícharos se crea a partir de chícharos amarillos, pero no tiene un sabor similar a los chícharos. Su color, sabor y consistencia cremosa son similares a los lácteos, por lo que puede resultar más atractiva que la textura, a veces acuosa, de otras leches vegetales. Esta leche tiene un aporte proteico decente (al menos 7 gramos por porción) y cada porción suma alrededor de 100 calorías. También requiere menos agua en la producción que otras leches vegetales y tiene una huella de carbono menor que los lácteos.

En este escenario, si te estás preguntando cuál es la mejor opción, los expertos de Harvard señalan que hay que tomar en cuenta tres aspectos: los problemas de digestión, el impacto ambiental y el gusto personal.

1. Problemas de digestión

Las leches de origen vegetal son una alternativa de calidad para personas con intolerancia a la lactosa, pues su organismo no puede descomponer y digerir la lactosa, es decir, el azúcar de la leche.

Esto causa problemas digestivos como diarrea, gases e hinchazón abdominal. A pesar de esto, hay leche de vaca sin lactosa y ultrafiltrada disponible para aquellos que prefieren los productos lácteos.

2. Impacto ambiental

Un estudio publicado en Science encontró que la producción de leche genera casi tres veces más gases de efecto invernadero que la leche de origen vegetal. Sin embargo, algunas leches vegetales, predominantemente de almendras, demandan mucha agua para producirlas y, de hecho, algunas investigaciones sugieren que es casi igual a las de la leche de vaca, según el Dr. Willet.

Aún así, si quieres sumarte a la lucha contra el cambio climático, comprar alimentos con base en plantas en lugar de productos lácteos, resulta una opción más ecológica.

3. Gusto personal

Las leches de origen vegetal pueden ser un gusto adquirido, pero con múltiples opciones, es muy probable que puedas encontrar una que satisfaga a tu paladar. Los fabricantes intentan superar el dilema del sabor agregando azúcar adicional, edulcorantes como vainilla y chocolate y otros aditivos.

En este escenario, los expertos señalan que es importante comprobar siempre las cantidades de azúcar total y añadida, además de mantener la cantidad por porción por debajo del 10 por ciento. Por supuesto, cuanto menor sea la cantidad, mejor para la salud.