Consumir grasas saturadas a corto plazo podría no ser dañino para el corazón, según un estudio

En la actualidad existen muchas dudas acerca de algunos regímenes alimenticios en los que se prohíben ciertos grupos de alimentos para bajar de peso. Uno de los más conocidos es la dieta Keto o Cetogénica, en la cual se prohíbe consumir azúcares y carbohidratos, y en su lugar se admite consumir un número mayor de proteínas y grasas saturadas para bajar de peso.

Estas dudas parten de que las grasas saturadas han sido relacionadas en diversos estudios con un aumento en el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares; sin embargo, un nuevo estudio publicado en septiembre de 2021 por The American Journal of Clinical Nutrition, sugiere que consumir grasas saturadas a corto plazo podría no ser dañino para el corazón.

En el estudio se dio seguimiento a tres dietas en 164 personas con sobrepeso u obesidad, cada una con diferentes proporciones de carbohidratos y con grasas saturadas que constituían el 21, el 14 y el 7% de las calorías totales, tomando en cuenta que la American Heart Association sugiere que éstas deberían representar alrededor del 6% de una dieta diaria estándar de 2000 calorías.

Grasas saturadas no representarían daño al corazón en corto plazo

Tras cinco meses con la dieta, los investigadores midieron en estudios de sangre los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, como los niveles de colesterol y la resistencia a la insulina, y encontraron que todos tenían resultados similares.

Los expertos señalaron que esto no significa que las grasas saturadas no puedan tener un efecto nocivo en la salud del corazón, e incluso destacaron que otros componentes de su dieta también marcan la diferencia, pues en las tres dietas había cantidades altas de alimentos vegetales y fibra, y eran bajas en alimentos procesados.

Señalaron que las dietas con 21 y 14% de grasas saturadas también incluían grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas saludables para el corazón.

Los expertos aseguran que lo más óptimo es apostar por una dieta basada en plantas, aunque admiten que es un desafío para quienes desean comenzar su pérdida de peso con una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas saturadas, que están incluidas en alimentos como la carne, los huevos y el queso.

Por ello, estos resultados brindan cierta tranquilidad de que los marcadores de la salud cardiovascular no aumentan durante varios meses de comer más grasas saturadas en una dieta saludable para el corazón. No obstante, a largo plazo, los efectos adversos de una mayor ingesta de grasas saturadas siguen siendo motivo de preocupación.