Nutrición en niños: ¿Cómo identificar un “picky eater" en casa y cómo solucionarlo?

Darle de comer a tus hijos es parte esencial de ser madre o padre. Un proceso tan antiguo como la humanidad misma. Pero las cosas definitivamente no son como lo eran hace miles de años, ni como lo eran hace algunos siglos, ni siquiera como lo eran hace 30 años. 

La oferta de alimentos ha cambiado enormemente. Hoy en día puedes encontrar mil alimentos distintos, ricos en energía, en cualquier tiendita de la esquina. Para la mayor parte de la población en países industrializados no es necesario cazar animales o caminar grandes distancias para conseguir las calorías necesarias para sobrevivir cada día. 

Es importante tener en cuenta cómo ha cambiado el ambiente alimentario a la hora de querer darle de comer a nuestros hijos, nuestras prácticas no pueden ser iguales a las de nuestras madres o nuestras abuelas, no hace falta obligar a nuestros hijos a acabarse hasta lo último del plato. 

Escucha el pódcast de Punto Saludable con los consejos para una mejor nutrición de tus hijos 

A continuación te propongo algunos consejos para favorecer que la hora de la comida sea un momento agradable y no un constante conflicto: 

Pon el ejemplo 

Como bien sabemos, las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra. Y más tratándose de los niños, que ven en nosotros un referente. No puedes esperar que tus hijos prueben una gran variedad de frutas, verduras y platillos nuevos si no te ven a ti hacerlo. Que tus hijos te vean comer muchos alimentos distintos, evita que constantemente haya un “menú para niños” y más bien preparar platillos que coma toda la familia. 

Fomenta su autonomía 

Obligar a tus hijos a comerse algo que no quieren no sólo puede resultar ineficaz, sino también contraproducente, ya que puede contribuir a perpetuar este comportamiento de rechazo. Entre los 2 y los 5 años, conforme los pequeños van formando su autonomía, es normal que se rehúsen a probar alimentos nuevos. ¡Cambia la dinámica! Déjalos a ellos elegir un nuevo alimento en el supermercado y que te ayuden a cocinarlo. Ofréceles opciones. Evita prohibir alimentos, clasificándolos como “malos”. Y, sobre todo, permíteles elegir la porción de cada alimento que desean comer. Así ayudarás a tus pequeños a ser cada vez más independientes en sus decisiones y a estar atentos a sus señales de hambre y saciedad. 

No te rindas tan fácil, ¡pero tampoco te pelees!

Cuando tus hijos te hayan dicho que no quieren probar algún alimento, espera un par de semanas y ofréceselos de nuevo, pero preparado de otro modo. Nuestros hijos pasan por distintas fases y a lo que un día dijeron que no, al siguiente pueden decir que sí. 

Si llega a haber alguna molestia en la mesa, lo mejor es no reaccionar con enojo, simplemente explicarle a tu hija o a tu hijo que esta es la comida que preparaste el día de hoy para la familia y que es libre de comerla o esperar a la siguiente comida, no necesitas preparar algo diferente ni tampoco agobiarte si a veces tus hijos se saltan alguna comida. 

Crea un ambiente atractivo 

Busca realmente sentarte a la mesa con tus hijos, que la hora de la comida sea un momento apacible, sin ruido en exceso y sin pantallas encendidas. Procura que el plato de los pequeños tenga distintos colores, texturas y sabores. Cultiva junto con ellos una buena relación con los alimentos. 

Cada semana puedes escuchar un nuevo episodio sobre salud y bienestar en el pódcast Punto Saludable. Escúchanos en Spotify.

mgm