Punto Saludable

Qué es la alimentación intuitiva y guía en 10 pasos para adaptarla a tu vida saludable

Dile adiós a las dietas restrictivas y dale la bienvenida a este nuevo enfoque para relacionarte con la comida y tu cuerpo de forma saludable
domingo, 13 de febrero de 2022 · 09:00

En años recientes ha surgido un nuevo paradigma que muestra un nuevo camino hacia una alimentación saludable, alejado de reglas externas (dietas con ingredientes, porciones, horarios) y que invita a conectar con las señales corporales que nos guían desde el interior para saber qué comer, cuándo comerlo y cómo comerlo. 

Esta nueva perspectiva cuestiona la cultura de las dietas, que es el concepto que se refiere al conjunto de creencias que reduce el concepto de salud a decisiones alimentarias individuales, al tamaño del cuerpo y una forma de cuerpo que se cataloga como “saludable”. Esta cultura avala, en muchos casos, conductas alimentarias que nos alejan de una verdadera experiencia de autocuidado, todo por perseguir esa idea de cuerpo “saludable”: restricciones, hambre, dietas extremas, ciclos de perdida y ganancia de peso, todos son características conductas que te alejan de la salud.

Una nueva forma de relacionarse con la comida implica conocer otros caminos, y por eso hoy comparto el concepto de alimentación intuitiva. Este es un nuevo enfoque que permite conectar con la comida desde un lugar mucho más respetuoso, dejando a un lado los juicios y la culpa al comer. En resumen, se trata de dejar a un lado la mentalidad dieta, para dar un lugar relevante a las señales de hambre, saciedad y satisfacción que tu cuerpo emite. 

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La alimentación intuitiva tiene 10 pasos (no reglas) que sirven de guía para comenzar y adoptar este nuevo enfoque para relacionarte con la comida y tu cuerpo.

1. Rechazar la mentalidad de dieta: alejarse de toda dieta que te prometa perder peso rápido, con facilidad y de manera permanente. Estos ciclos, con frecuencia, no sirven y solo ocasionan frustración y re-ganancia de peso. 

2. Honrar tu hambre: el hambre es una sensación corporal que tiene el objetivo de incomodarte para ingerir alimentos, pues comer es una necesidad básica para sobrevivir. Pelearse con el hambre o querer taparla con estrategias (beber agua, café, mascar chicle, lavarse los dientes, etc.) para no comer, por miedo a engordar, nos distrae de las necesidades corporales. 

3. Hacer las paces con la comida: la comida no es el enemigo, quizás lo que hay que trabajar es la forma en la que te relacionas con la comida. Pero ningún alimento, ingrediente, tipo de preparación por sí sola es capaz de enfermarte (al menos que esté echado a perder) o hacerte daño. 

4. Desafía a la Policía de la comida: toda esa información que escuchas y que muchas veces es llevada al extremo. Consultar las fuentes de dónde obtienes información sobre salud y nutrición siempre es importante, además que todo aquel enfoque que tiene como objetivo asustar a la gente para evitar que haga algo, es obsoleto, no da resultados. 

5. Descubre el factor de la satisfacción: el acto de comer es complejo, y no solo lo hacemos por nutrirnos, implica una relación del cuerpo con la comida a través de nuestros sentidos. La comida debe ser agradable para estos (olor, sabor, textura, temperatura, colores), y proveer de un momento placentero hará del momento de comer una experiencia agradable para poder seguir con el día. 

6. Siente tu saciedad: sentirse lleno cómodamente es importante, porque se sabe que al tener hambre hay que responder con comida suficiente para continuar con las actividades sin malestar, y en porciones agradables ya que no es necesario “aprovechar” la oportunidad de comer porque en la alimentación intuitiva comer siempre está permitido. 

7. Lidia con tus emociones con amabilidad: el comer emocional es parte innegable del ser humano, todos hemos comido y comeremos por nuestras emociones. Así que intentar dejar de hacerlo es un camino desgastante. El problema surge cuando el único recurso para lidiar con tus emociones es la comida, entonces el problema en sí no es la comida si no la forma en la que lidias con tus emociones. Hay que trabajar por encontrar diversas estrategias que te brinden una solución para manejar tus emociones. 

8. Respeta tu cuerpo: aceptar el cuerpo que tienes (su genética, su historia, su color, tamaño, forma, etc.) es parte crucial para hacer las paces con la comida. Esto no se trata de conformismo, sino un cambio de enfoque que te hará cuidar lo que respetas y aceptas. ¿Quién puede cuidarse desde la insatisfacción constante?

9. Movimiento: hacer ejercicio puede ser un camino difícil para muchos, porque existen muchas reglas externas (tiempo, frecuencia, tipos de ejercicios, etc) que se le dan al ejercicio que pueden producir mucha frustración. Moverse por el simple placer de hacerlo, encontrar un tipo de movimiento que se sienta bien (correr, caminar, nadar, bailar, yoga), que se disfruta, un espacio seguro donde hacerlo, etc hará que el movimiento sea algo que se desee integrar a lo largo del tiempo.

10. Honra tu salud con una nutrición gentil: se sabe que los alimentos nos proveen de nutrimentos, los cuales tienen impacto sobre nuestro metabolismo y por ende salud. Concentrarnos en los hábitos y su impacto en el bienestar que estos proveen, darán la pauta para conocer qué alimentos se sienten mejor que otros. Comer intuitivamente no es comer poco nutritivo, es ir más allá de lo nutricio, sin dejarlo a lado. 

La alimentación intuitiva tiene como propósito guiarnos en el día hacia un autocuidado lleno de autoconocimiento, y así liberarse de ideas rígidas y reglas externas que no hacen sentido y que es difícil mantener en el largo plazo. 

Recuerda que cada domingo puedes escuchar un episodio más en Punto Saludable, donde se comparte información de utilidad para tu bienestar. Escúchanos en Spotify.

mgm