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Mitos y realidades de los suplementos nutricionales y deportivos ¡no te dejes engañar!
Conoce los mitos y realidades de los suplementos en el mercado, cuáles si tienen un efecto en nosotros y por cuáles si vale la pena pagarExisten muchos mitos alrededor de los suplementos y complementos, en este episodio de Punto Saludable veremos cuáles, si funcionan y cuáles no, basándonos en estudios científicos. Es importante analizar los suplementos y calidad de ellos para determinar si cumplirán la que nos promete o resultarán en un gasto innecesario.
La alimentación ha experimentado cambios radicales debido al gran desarrollo de la industria alimenticia y las modificaciones que han sufrido los hábitos de vida en la población han causado grandes estragos. La sociedad se aleja de las dietas equilibradas, surgiendo como respuesta una serie de complementos y suplementos alimenticios que tienen cada vez más presencia y variedad en el mercado.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) ha delimitado el campo de los complementos alimenticios como: “Productos a base de hierbas, extractos vegetales, alimentos tradicionales, deshidratados o concentrados de frutas, adicionados o no, de vitaminas o minerales, que se puedan presentar en forma farmacéutica y cuya finalidad de uso sea incrementar la ingesta dietética total, complementarla o suplir alguno de sus componentes” (Secretaría de salud, 1984; frac V). También debemos saber que tenemos que evitar tribuir a estos productos la propiedad de prevenir, tratar o curar una enfermedad humana, ya que solo son una ayuda nutricional para mejorar nuestro salud o rendimiento.
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El Instituto Australiano del Deporte (AIS) reconoce la importancia de la nutrición en la salud y el rendimiento, es una de las instituciones que están a la vanguardia en conocimientos en lo que respecta a la suplementación y nutrición deportiva. Por lo que estar al pendiente de la información publicada por ellos es de suma importancia.
El AIS agrupa los suplementos en 4 grupos:
Grupo A: Fuerte evidencia científica para su uso en situaciones específicas en el deporte usando protocolos basados en evidencia.
Grupo B: Soporte científico emergente, merecedor de mayor investigación. Considerado para su uso por atletas bajo un protocolo de investigación o situación de monitoreo manejado por caso.
Grupo C: La evidencia científica no respalda el beneficio o no se realizó ninguna investigación para guiar una opinión informada.
Grupo D: Prohibido o con alto riesgo de contaminación con sustancias que podrían conducir a una prueba de dopaje positiva.
Grupo A
Hierro, Calcio, Probióticos, Vitamina D, Electrolitos, Cafeína ß-Alanina, Creatina, Glicerol, Zinc, Nitrato dietético, Bicarbonato de Sodio y Proteína en polvo
Grupo B
Vitamina C, Colágeno, Carnitina, Cetonas, Omegas, Curcumina, N-acetilcisteína y Quinina
Grupo C
Magnesio, ácido a-lipoico, HMB, BCAA, Leucina, Prebióticos, Vitamina E y Tirosina
Si no puede encontrar un ingrediente/ producto en los Grupos A, B o D, probablemente merece estar aquí
Grupo D
Efedrina, Estricnina, Sibutramina, DMAA, DMBA, Tribulus, Androstenediona, Polvo de raíz de maca, Higenamina, Ostarina, Ligandrol, Cardarine y Dehidroepiandrosterona
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Múltiples estudios hablan a favor de los suplementos nutricionales siempre que su indicación sea la adecuada. Aunque es cierto que en circunstancias normales una alimentación adecuada y equilibrada es la base de la salud y la prevención de la enfermedad, determinados nutrimentos de acción favorable a menudo no se alcanzan en la cantidad suficiente a través de la dieta como para poder ejercer sus efectos beneficiosos. El empobrecimiento de las tierras de cultivo en algunos minerales, el cambio en la alimentación de los animales que consumimos, y la dieta (que en la mayoría de los casos es proinflamatoria y prooxidante) hacen imprescindible intervenciones de suplementación.
En la siguiente tabla vemos la Ingesta Diaria Recomendada (IDR) de la suplementación para mantener y optimizar la salud.
En conclusión, los suplementos nutricionales pueden conseguir resultados beneficiosos, siempre que estén bien indicados y personalizados. Recordando siempre que hay ciertas situaciones donde los requerimientos de nutrimentos se ven aumentados. La decisión de consumir suplementos debería basarse en una adecuada evaluación del estado de salud e historia clínica- nutricional realizada por un profesional de la salud.
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