CON LA COMIDA SÍ SE JUEGA
¿El MEZCAL provoca resaca? Descubre mitos y verdades sobre esta bebida
Conoce los mitos y verdades que se han creado del mezcal y descubre todo lo que realmente puede hacer en la saludEl mezcal es uno de los destilados más importantes de México que pasa por un proceso sumamente especial, el cual sería parte del legado de los españoles y los árabes. Introducido en el siglo XVI inicialmente era de uso común, sin embargo sería hasta el siglo XVIII cuando empezaría a fabricarse y beberse de manera mucho más cotidiana. Precisamente con ello, tanto este, como el tequila pueden tener similitudes.
Se debe destacar que Oaxaca es considerada "la capital mundial del mezcal", sin embargo cuenta denominación de origen que comprende territorios protegidos en diversos estados de la República Mexicana como Durango. Guanajuato, Guerrero, Oaxaca, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas.
Su historia también es bastante peculiar, puesto que muchas personas aseguran que una tormenta se abatió sobre un campo de agaves y varios rayos cayeron sobre las plantas, lo que provocó la creación de los licores, incluso se comenta que fue Mayahuel quien crearía la bebida para brindar el licor a los hombres. Sea cual sea la historia, debemos mucha admiración y respeto por ella, incluso durante un tiempo fue considerada medicinal.
Precisamente, este alimento en la vida y la salud de las personas, dentro y fuera de la cocina, se ha creado un sin fin de mitos al rededor del mezcal, por lo que hoy queremos contarte un poco más a detalle lo que hay detrás. Incluso la realidad de saber sí es o no una opción curativa ideal para todo mal.
Mitos y verdades del mezcal
Mitos
Pa’ todo mal, mezcal
Falso. Aunque existe la creencia popular de que el mezcal lo cura todo, lo cierto es que faltan elementos científicos para confirmar todo esto, pues si bien se usa para mejorar la digestión, no hay pruebas que desinflame muelas, cure la gripe o cualquier otro malestar como curar la hipertensión.
Los zapotecos tomaban un caballito de mezcal para curar el susto
Falso. Si bien existe la creencia de que después de vivir una experiencia traumática como una caída, un temblor o cualquier otra cosa catalogada como “el susto”, hay que tomarse un caballito para curarlo, lamentamos decirte que esto es falso, pues de acuerdo con diccionarios de medicina tradicional, en realidad no se bebe, sino que se usa para preparar el agua de un temazcal junto con otras 16 hierbas, donde se baña el asustado.
Produce una resaca terrible
Falso. Este es uno de los mitos más populares sobre beber mezcal, pero nos complace decirte que de acuerdo con información del Beverage Testing Institute of Chicago la composición del mezcal lo libra de ser un destilado que produzca resaca. Esto se debe a que es una bebida compuesta de polisacáridos que se disuelven más rápido en el organismo, contrario a los monosacáridos que requieren mayor trabajo por parte del hígado. Por ello, beber un mezcal de buena calidad puede evitarte una terrible resaca.
Verdades
El mezcal te desinhibe
Cierto. Aunque regularmente todo el alcohol es un depresor, el mezcal puede funcionar muy bien como un estimulante, de acuerdo con una investigación publicada en Mezcal Reviews, que reveló que las personas que se prestaron para el estudio, se sintieron ligeras y ágiles incluso después de 12 horas, sin mencionar que la desinhibición fue lo primero que experimentaron tras beber el destilado.
Funciona muy bien como digestivo
Cierto. Beber una copita de mezcal después de la comida es una costumbre oaxaqueña que no está del todo errada. El mezcal funciona como digestivo, debido a que gracias al etanol que contiene, favorece la relajación de los vasos sanguíneos, lo que produce un aumento de enzimas digestivas y pancreáticas.
Aumenta la microbiota intestinal
Cierto. De acuerdo con un estudio publicado por Research gate, el mezcal contiene inulina y otros fructanos que se sintetizan y almacenan en el Agave Salmiana, provocando que la microbiota intestinal aumente mediante nutrientes colónicos como la estructura específica de los fructanos de A. salmiana.