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Cáncer de mama y alimentación: ¿Lo que comemos puede ayudarnos a prevenirlo?
El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente en la población mundial y la causa con mayor mortalidad entre mujeres. Es por esto, que es importante hablar del tema
El cáncer es una enfermedad compleja con diversos factores que convergen para originarla. Entre los que más se conocen son el sexo, la genética y la edad, todos los anteriores sobre los que nos se tiene control.
La alimentación es uno de los factores de riesgo modificables, si es que tenemos el privilegio de poder acceder a una dieta nutritiva, completa, suficiente, inocua y equilibrada. Lo mismo sucede con el ejercicio o el movimiento, ya que diversos estudios demuestran que el ejercitarse de manera regular puede ayudar a disminuir riesgos para la salud, entre ellos el de cáncer de mama.
Desde el inicio de este post, quiero dejar claro que ningún alimento o dieta pueden prevenir o causar el cáncer de mama por si solo, ya que es una enfermedad multifactorial. Lo que si se ha estudiado y de lo que se tiene evidencia es sobre cómo las decisiones cotidianas alrededor de los alimentos pueden marcar la diferencia en el riesgo a desarrollar cáncer de mama.
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Respecto a los alimentos se sabe que, en los diferentes tipos de cáncer, ayuda como método de prevención tener una dieta rica en vitaminas, minerales, fibra, ácidos grasos mono y polinsaturados. Muchos de los cuales fungirán como fitonutrientes con un efecto antioxidante para prevenir el crecimiento de células cancerígenas.
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¿Qué alimentos se deben integrar con regularidad?
Frutas y verduras: de diferentes colores y temporadas. Un Estudio en alrededor de 90,000 mujeres observaron que las dietas ricas en plantas podrían reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama hasta en un 15%. Estos alimentos son ricos en carotenoides e isoflavonas que tienen efecto antioxidante y antitumoral.
Alimentos ricos en fibra como frijoles, lentejas, garbanzos, maíz, trigo integral, avena. En algunos estudios, se ha sugerido que el consumo de fibra puede reducir el riesgo de cáncer de mama. En algunos tipos de cáncer de mama, se ha observado que hay un exceso de estrógenos en el cuerpo. La fibra puede ayudar acelerar la eliminación de estrógenos desde el sistema digestivo y así reducir la sobreexposición a estos.
Alimentos provenientes de la soya como leche de soya, tofu o soya texturizada son alimentos ricos en proteínas, vitaminas y minerales. Contienen, además, un antioxidante conocido como isoflavona, que en diversos estudios ha demostrado reducir la mortalidad de cáncer de mama y otros. Durante algunos años se pensaba que podrían ser contraproducentes ya que tienen una estructura molecular similar a los estrógenos, pero en estudios recientes se sabe que producen mayores beneficios que daños.
Especias, con efectos antiinflamatorios como la cúrcuma, el té verde, canela, jengibre deberían de incluirse en la dieta diaria. Además de brindar variedad a los sentidos, tienen compuestos químicos con efectos antitumorales.
Por el contrario, existen ciertos alimentos que, en exceso, pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama tales como azucares añadidos, alcohol, grasas saturadas, carne roja y alimentos ultra procesados. Cuando se lee esta información siempre hay que mantener perspectiva y saber que el impacto de los alimentos ocurre cuando hay consumo frecuente y excesivo.
El consumo regular de alcohol por arriba de las recomendaciones (más de dos copas por día), se ha observado en estudios, que aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Se piensa que el alcohol eleva los niveles de estrógenos circulantes lo que aumenta el riesgo.
El contenido de este post tiene el objetivo de informar, pero no de crear miedo alrededor de nuestras elecciones alimentarias. En la medida de tus posibilidades, busca alimentos frescos, ricos en fibra, que pueden aportar a tu organismo.
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