Una alimentación saludable podría ayudar a evitar afecciones como trombosis, esto dicen expertos

Las venas, de acuerdo al término médico, son las encargadas de transportar la sangre desde la periferia corporal al corazón. Suelen fácilmente dilatarse y suelen ser varias la que cuentan con diversas funciones. Las de circulación sistemática, son la encargadas de transportar la sangre pobre en oxígeno y la de la circulación pulmonar, sangre rica en oxígeno.

Aunque en su gran mayoría permanecen sanas hasta cierta edad de la adultez, es importante destacar que no siempre es el caso de las personas y, muchas pueden llegar a presentar diversas afecciones de salud relacionadas con las venas, como lo es el caso de la trombosis. La trombosis es la formación de un coágulo de sangre en un vaso sanguíneo, ya sea vena o arteria.

Este coágulo puede bloquear o retrasar el flujo sanguíneo normal; incluso, puede desprenderse y viajar a algún órgano, lo que se conoce como embolia. La trombosis es un mecanismo común de las tres principales causas de muerte cardiovascular en la población mundial: el infarto del corazón, el accidente cerebrovascular y la enfermedad tromboembólica venosa (ETV).

Bajo el lema “Ojo con la trombosis”, la Sociedad Mexicana de Trombosis y Hemostasia (SOMETH) pretende aumentar la concientización y sensibilización sobre la trombosis, incluyendo sus causas, factores de riesgo, signos y síntomas, prevención y tratamiento basados en la mejor evidencia científica disponible en la actualidad a través de una alimentación saludable y balanceada que puede afectar directamente nuestro estado de salud en general.

¿Qué alimentos pueden prevenir las trombosis?

1. Alimentos ricos en fibra: verduras, frutas y legumbres ayudarán positivamente contra los síntomas de la insuficiencia venosa, además de que en muchos otros aspectos digestivos nos ayudará a lograr un buen equilibrio nutricional.

2. Alimentos con alto contenido de vitamina C: el brócoli o el perejil, por ejemplo, incrementan la producción de colágeno y la elastina no sólo en la piel, sino también en las paredes de los vasos sanguíneos. 

3. Frutos secos:  almendras, nueces y/o avellanas, que son ricos en vitamina E, ayudan a tener una adecuada coagulación en la sangre. 

4. Alimentos antitrombóticos: la cebolla y el ajo son excelentes opciones que no deben faltar en tus recetas.

5. Alimentos ricos ácido fólico: las acelgas y las espinacas, que contienen grados importantes pueden ser buenos aliados para controlar la homocisteína (que es un aminoácido que favorece el desarrollo de coágulos). 

6. Agua: beber entre 1.5 y 2 litros diarios de agua, según como el cuerpo lo requiera, para mantener una adecuada hidratación, lo que contribuye con la elasticidad de los vasos sanguíneos y la fluidez de la sangre.

¿Qué alimentos debes evitar?

Principalmente, para aquellas personas que han sido tratadas con anticoagulantes se les recomienda evitar alimentos con un alto contenido de vitamina K como la col rizada, coles de Bruselas, espinacas, entre otras hortalizas de hoja verde, ya que pueden interferir con el tratamiento.

También se recomienda reducir o eliminar el consumo de as grasas saturadas, como las incluidas en las carnes rojas y mantequilla, por ejemplo, es mejor moderarlas y aquellos donde estén presentes elementos como la metionina, que se encuentra en proteínas animales como el pescado, el cerdo o el pollo, es preferible reducirla o evitarla, ya que es un factor de riesgo para que se desarrollen coágulos en la sangre.