Punto Saludable

Mitos y realidades del aceite de coco ¡no es tan “natural” como tú creías!  

Desde pérdida de peso, mejora de los niveles de glucosa en sangre y el cuidado de la salud cardiovascular, son algunos beneficios que se le adjudican al consumo del aceite de coco
domingo, 30 de enero de 2022 · 09:00

El aceite de coco es un ícono de las tendencias alimentarias que se volvió muy popular recientemente, sin embargo puede no ser la mejor opción para la salud ni para el medio ambiente.  

Las tendencias alimentarias son movimientos que cambian la preferencia o el consumo de ciertos alimentos, las cuales están influenciadas por afirmaciones que aseguran un beneficio para la salud. Algunas de estas tendencias son pasajeras y otras se mantienen a lo largo del tiempo como por ejemplo el uso de aceite de olivo extra virgen cuyo uso se popularizó alrededor de la década de 1990 y se ha mantenido hasta ahora. Una de las tendencias más recientes es la del aceite de coco

El uso del aceite de coco se popularizó en América y Europa debido a la tendencia alimentaria centrada en productos “naturales” mínimamente procesados. La industria no tardó en promocionar los efectos benéficos a la salud que conllevaba el consumo de todo lo relacionado con el coco. Pronto se comenzaron a comercializar productos hechos con coco, como botanas, galletas, bebidas y azúcar, sin embargo, el aceite fue el producto que más fama recibió. 

¿El aceite de coco no es tan natural como tú creías? Escucha el pódcast y conoce algunos de sus mitos y verdades. 

Dentro de las falsas declaraciones sobre los beneficios a la salud de consumir aceite de coco, se encontraban: pérdida de peso, mejora de los niveles de glucosa en sangre y el cuidado de la salud cardiovascular. Sin embargo estas ideas no podrían estar más equivocadas debido a que el aceite de coco está compuesto principalmente por grasa saturada. 

Químicamente, las grasas saturadas son cadenas de átomos de carbono rodeadas por completo por átomos de hidrógeno y se ha demostrado que el consumo excesivo de grasas saturadas tiende a aumentar los niveles de colesterol LDL. Este tipo de colesterol, está relacionado con el aumento en el riesgo de desarrollar aterosclerosis que consiste en la formación de placas de grasa y tejido conectivo en las arterias causando endurecimiento, obstrucción e inflamación. 

El consumo de aceite de coco disminuyó poco a poco gracias a la evidencia que demostró que su consumo podría ser perjudicial, sin embargo, la tendencia alimentaria que promueve el consumo de alimentos “naturales” sin procesar sigue promoviendo su consumo, el cual está  creciendo nuevamente. Numerosos productos denominados orgánicos, veganos y  vegetarianos utilizan el aceite de coco como ingrediente en sus formulaciones. 

Cabe destacar que no hay diferencias entre el proceso de obtención del aceite de coco al de otras plantas el girasol, o el olivo que lo haga más natural o menos procesado, sin embargo, la gente lo percibe como más natural debido a la imagen creada por la industria para encajar en esta tendencia naturalista. 

En realidad, el incremento en la popularidad del aceite de coco no podría estar más alejado de promover lo natural, ya que debido al incremento en la demanda mundial, los países productores de coco como Indonesia y Malasia, han incrementado las hectáreas de tierra de cultivo para plantar palmeras de coco, destruyendo selvas y poniendo en peligro de extinción. Hay muchas especies animales endémicas de esas regiones como al orangután y el elefante asiático. 

Estas palmeras, tienen ciclos de producción y se estima que la gran mayoría de las palmas en el sur de Asia en donde se encuentran los principales países productores de coco, se encuentran al final de su ciclo de producción, lo que incrementaría aún más la deforestación y la pérdida del hábitat natural de muchas especies. 

De esta manera, podemos observar como una tendencia alimentaria que parecería una moda inocente, puede tener efectos negativos en la salud de las personas, completamente opuestos  a los que se esperaba y por los cuales, se posiciona como una tendencia en primer lugar. Igualmente, la percepción de que es un producto natural, orgánico y que no es procesado en fábricas es falsa y pone en riesgo la biodiversidad y la economía de toda una región del planeta. 

Por esta razón, es importante verificar si el consumo de ciertos productos traerá beneficios reales a la salud para no dejarnos llevar por las tendencias alimentarias. Procurar consumir alimentos frescos producidos localmente y que sean de temporada. Mientras no se cuente con más información respecto a sus efectos en la salud, el aceite de coco puede ser utilizado como parte de un tratamiento en el cabello y en la piel, dando muy buenos resultados.

Cada semana puedes escuchar un nuevo episodio sobre salud y bienestar en el pódcast Punto Saludable. Escúchanos en Spotify.

mgm