Comida y alimentación: Conoce los factores que intervienen en tu conducta alimentaria | PÓDCAST

La comida y la alimentación tienen un rol importante en la vida de todas las personas, ya que es una necesidad básica para la supervivencia. Además, la cultura, religiones, economía, clima y aspectos psicológicos influyen sobre el tipo, cantidad y frecuencia con la que se eligen ciertos alimentos o preparaciones. Todos sabemos que tenemos que comer, pero ¿por qué comemos lo comemos? ¿qué factores son la base de nuestras elecciones alimentarias? Existen varios factores que intervienen sobre nuestra conducta alimentaria, es decir sobre nuestra selección, almacenamiento, preparación y consumo. 

Desde el punto de vista biológico, el alimento es el que nos provee de energía y nutrimentos para las funciones del cuerpo. El ser humano tiene necesidades calóricas para sostener sus actividades a lo largo del día, y es por lo que periódicamente se busca consumir alimentos suficientes y variados para abastecer al cuerpo. El ritmo de ingesta puede estar regido por las sensaciones de hambre y saciedad, aunque también es frecuente que sea de acuerdo con los horarios de otras actividades. Lo frecuentes es que suceda en 3 tiempos de comida principales, aunque hay quienes comen más o menos veces. 

Además de las necesidades biológicas, nuestras preferencias alimentarias también están influenciados por nuestras necesidades psicológicas. La propia identidad está íntimamente ligada con el tipo de comida que consumimos y la manera en que la preparamos. Lo que sé y creo que el alimento puede hacer en mi cuerpo o ambiente, afectará mis decisiones alimentarias y ocasionarán que construyamos un patrón alimentario o adoptemos un tipo de dieta (veganismo, vegetarianismo, paleo, etc.).

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También se puede relacionar la ingesta de ciertos alimentos con emociones positivas o negativas. Es frecuenta que hayamos construidos una relación con la comida donde se puede ver el conflicto que existe entre experimentar placer y culpa, que puede llevarnos a no comer o por el contrario a comer sin límites. 

Se sabe que todos somos comedores emocionales (dese el nacimiento nos amamantaron para nutrirnos, pero también para consolarnos) y que en ocasiones comemos ante la aparición de algunas emociones (alegría, frustración, tristeza, enojo), pero hay quienes encuentran la comida como único recurso para lidiar con ellas, por lo que ingieren alimentos ante la aparición de ciertas emociones o desencadenantes psicológicos.

La relación que cada uno construye con la comida está ligado a las necesidades físicas y psicológicas, pero el significado social del alimento y las normas culturales respecto a la ingesta son muy importante e influye sobre la relación del ser humano con sus pares. El ser humano es un ser social, y la comida es un vehículo para formar conexiones. El consumo de alimentos a lo largo del día ofrece un tiempo de interacciones social, ya sea en casa, en el horario de comida en la oficina, en el recreo escolar o en la cafetería local. 

La alimentación tiene un rol importante en las culturas y religiones alrededor del mundo; prohibiciones o ayunos son frecuentes. Las tradiciones familiares y la herencia cultural son determinantes sobre nuestras preparaciones y la comida elegida para ocasiones especiales; en el día a día influyen sobre el tipo de alimentos que elegimos para cada tiempo de comida, cómo los preparamos y cómo los mezclamos. También, existen tendencias sociales que marcan el tipo de comida, estilos de comidas o el valor que se le otorga a ciertos alimentos. Sin olvidar que la situación económica, política y geográfica de una sociedad determina fuertemente la accesibilidad y variedad alimentaria de la misma. 

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Por todo lo anterior, se puede observar que la elección de lo que comemos, cuando lo comemos, cómo lo comemos, con quién lo comemos, etc. tiene múltiples factores que convergen para dar resultado a nuestra dieta individual. Estos también son parte de la nutrición humana; somos seres complejos que necesitan el alimento para vivir y mantener la salud, pero que esa no es nuestra única guía en la toma de decisiones al comer. Entender la alimentación desde esta perspectiva nos hace comprender mucho mejor porque comemos lo que comemos.

mgm