Saludable

¿Todos los tipos de azúcares son malos? Esto es lo que debes de saber

No todas sus reacciones tienen que ver con diabetes y caries
miércoles, 1 de septiembre de 2021 · 16:37

Es común que al escuchar sobre los azúcares inmediatamente pensemos en asuntos poco saludables: postres, golosinas y, más adelante, enfermedades como caries, diabetes y obesidad. Sin embargo, hay mucho más detrás de estos carbohidratos, para bien y para mal. 

De acuerdo con el artículo "¿Héroes o villanos? Azúcares en la salud y la enfermedad", publicado en la revista de la UNAM, además de los relacionados con la dieta, existen otros azúcares con gran diversidad funcional, cuyo papel es fundamental en varios eventos fisiológicos y patológicos. ¿Quieres conocerlos?

Anatomía de los azúcares

Las autoras Ángela Ávila Fernández, Sandra del Moral y María Elena Ortiz-SotoCita, comienzan destacando que  los azúcares son moléculas complejas en términos estructurales y químicos. Existen en forma de mono-, oligo- o polisacáridos; mientras que al arreglo estructural de los azúcares que decoran proteínas y lípidos de la superficie celular se le denomina perfil o patrón de glicosilación y dependiendo de su naturaleza podríamos pensar en las ventajas o riesgos de cada uno. 

¿Villanos? El azúcar y las enfermedades

¿Conoces a la Neisseria meningitidis o la Trypanosoma cruzi? La primera es una bacteria que puede causar meningitis y sepsis con consecuencias fatales, mientras que el segundo es un parásito causante de la enfermedad de Chagas, un padecimiento endémico en varios estados de México. Ambos comparten un factor en común, y es el cómo se ayudan de los azúcares para invadir el cuerpo.

En el caso de la N. meningitidis también se ayuda muchas veces de los los ácidos siálicos, otros azúcares que funcionan como receptores para un gran número de funciones vitales y participan en procesos como la reproducción o el desarrollo y función neuronal; pero que igual pueden ser usados por virus, bacterias y parásitos para lograr invadir el cuerpo y comenzar su proceso infeccioso. 

"Como toda una profesional de la imitación, N. meningitidis sintetiza y decora sus glicoconjugados con as. De esta forma, el sistema inmunitario de los mamíferos que infecta (el Sherlock en este ejemplo) no puede identificar al patógeno como un agente extraño, lo que contribuye a la supervivencia y virulencia de esta bacteria. En el mismo sentido, el parásito T. cruzi es también un maestro, pero del atraco", explican las autoras. 

Este tipo de estrategias también pueden ser utilizadas por el Helicobacter pylori, una bacteria que está presente en 50% de la población mundial y que puede ser causante de cáncer de estómago; ya que le ayudan a unirse a la mucosa gástrica y la protegen de ser capturada y digerida por células del sistema inmunitario 

Y en caso de que te estés preguntando si el virus del que se habla todo el tiempo también tiene relación  con estas acciones, pues sí, adivinaste, el SARS-CoV- 2también despliegan proteínas o azúcares que permiten su anclaje al hospedero y les gusta modificar o camuflarse con azúcares.

No todo es malo, también son aliados

A propósito de la microbiota intestinal, ¿qué pensarías si supieras que azúcares como la de la espinaca actúan dando fuerza a ciertas bacterias, que se convierten en verdaderos ejércitos en pro de la salud humana?  Aunque parece increíble, algunos polisacáridos pueden llegar al intestino grueso intactos y ahí ser metabolizados por la microbiota intestinal.

"El tipo de enlace que une sus monosacáridos no puede ser hidrolizado por la acidez del estómago o las enzimas de nuestro sistema digestivo, pero las enzimas de los microorganismos que habitan nuestro intestino grueso sí poseen las enzimas adecuadas para hacerlo. Estos azúcares, conocidos como prebióticos, se caracterizan por estimular en forma selectiva el crecimiento de las bacterias benéficas de nuestro intestino, entre ellas, las bifidobacterias y las lactobacterias", destaca el artículo.

De esta forma, la ingesta de azúcares prebióticos trae como consecuencia un aumento en la población de bacterias benéficas que, como en un juego de estrategia.

Entonces, ¿son héroes o villanos?

Conforme a lo explicado por el artículo, los azúcares no poseen atributos de maldad o de bondad, ya que sólo cumplen funciones biológicas seleccionadas a través de muchos años de evolución. Todos están presentes en cualquier tipo de células y son en gran medida responsables del reconocimiento molecular, por lo que cumplen funciones variadas que no siempre nos benefician.