¿Por qué cambiar tus horas de comida te engorda? Esto dicen los expertos

¿Te has despertado al alba o te empieza a dar hambre a la "hora de la comida" sin ver el reloj? Esto significa que tu reloj biológico está funcionando adecuadamente. Esto es porque el cuerpo humano se sincroniza al ritmo de la naturaleza con la ayuda del cerebro, el sistema digestivo, el páncreas, entre otros órganos. Este reloj interno nos ayuda, entre muchas funciones, a controlar el peso.

Este reloj biológico también se conoce como ritmo circadiano y es el responsable de los cambios físicos, mentales y conductuales en un ciclo de 24 horas, pues influye en la liberación de las hormonas, los hábitos alimenticios y la digestión, así como la temperatura corporal. Sin embargo, hay situaciones que pueden afectar el ritmo circadiano y causar obesidad o diabetes, entre otros problemas.

¿Por qué ocurre esto? Los expertos señalan que cambiar el horario de la alimentación o no llevar una rutina puede ocasionar trastornos del sueño, afecciones médicas crónicas, depresión, trastorno bipolar o afectivo estacional, además de hacernos engordar. A continuación te explicamos por qué cambiar tus horas de comida te engorda y cuál es la importancia de mantener algunas rutinas.

Por qué cambiar tus horas de comida te engorda

El principal reloj de nuestro cuerpo se ubica en el hipotálamo, el cual se encarga de regular el apetito, el hambre y la saciedad a través de péptidos como la colecistoquinina, los niveles de glucosa, ácidos grasos y hormonas como el neuropéptico Y (NPY) que forma parte de un sistema que estabiliza los niveles de grasa en el organismo.

Gracias a la evidencia científica, se sabe que los horarios de comida deben estar coordinados con el cerebro y los órganos digestivos, de manera que, por ejemplo, los carbohidratos de rápida absorción se asimilan mejor en la mañana, y en la noche los adipocitos descansan, por lo que es más difícil eliminar grasa.

El horario regular de los alimentos ayuda a mantener el ritmo circadiano en buen funcionamiento, ya que ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre, la cual también varía a lo largo del día y por la noche se vuelve más lenta, razón por la que las personas con horarios nocturnos tienden a subir más rápido de peso o a desarrollar diabetes.

Además se ha demostrado que cambios sutiles en los horarios de la alimentación se reflejan en la distribución de la ingesta calórica, por lo que de esto depende el éxito o el fracaso de una pérdida de peso.

Si has seguido tu dieta, pero no estás controlando tus rutinas alimentarias, podría explicar por qué no logras de bajar de peso, o incluso, si antes eras delgada y has notado que subiste unos kilos, podría ser que no estés manteniendo una rutina de alimentación, lo que te está haciendo engordar.

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