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Diferencias entre el ayuno prolongado y el ayuno intermitente

El ayuno no es una dieta, sino un método de alimentación que consiste en dejar de comer de forma voluntaria, te explicamos todo
martes, 24 de agosto de 2021 · 12:34

Como te contamos en el pasado, el ayuno intermitente no es una dieta, sino un método de alimentación que además ha ganado mucha popularidad para bajar de peso, ya que resulta efectivo si se sabe practicar, pero también ha despertado gran controversia, ya que implica dejar de comer de forma voluntaria por periodos, es decir, que por momentos se come y por otros se ayuna.

El ayuno intermitente o autofagia intermitente se ha practicado desde la antigüedad por cuestiones ideológicas o religiosas, aunque fue en el siglo XVII cuando se empezó a tomar en cuenta por la ciencia, cuando el doctor alemán Friedrich Hoffmann escribió el tratado para "curar enfermedades graves mediante la moderación y el ayuno", que sería retomado más tarde por Yoshinori Osumi.

Este biólogo celular japonés, basado en una investigación del científico belga Christian de Duve, descubrió que habían células que al no tener energía qué consumir eran capaces de "comerse" las proteínas, carbohidratos y grasas para hacer funcionar al organismo, lo que denominó como autofagia. A partir de entonces comenzó a investigarse a fondo el ayuno intermitente y el prolongado.

Ayuno prolongado y ayuno intermitente

Entendiendo a grandes rasgos el proceso del ayuno intermitente la diferencia básica entre éste y el ayuno prolongado consiste en la duración, es decir, se deja de comer por periodos más cortos o largos.

* Ayuno intermitente: se hacen ayunos por un máximo de 48 horas y lo más común es que se haga dentro del periodo de un día, por ejemplo, ayunar 12 horas con periodos de comida de 12 horas.

* Ayuno prolongado: son ayunos que duran más de 48 horas y se pueden extender por semanas e incluso meses, pero puede ser muy riesgoso. En la religión cristiana se establece que Jesucristo ayunó por 40 días, mientras que hay un caso médico registrado de un paciente que duró 382 días seguidos sin morir, pero siempre estuvo bajo un estricto control médico, aunque los especialistas rechazan periodos tan largos.

Ambos tienen como ventajas:

  • Bajar de peso
  • Mejorar la salud
  • Recuperar tejido celular
  • Prevenir el envejecimiento

Aunque es importante destacar que siempre es IMPORTANTE tener una vigilancia médica, ya que cada caso es distinto y requiere de análisis clínicos para entender cuál es el estado actual de tu salud para determinar si es benéfico para ti o no hacerlo.

¿Por qué ocurren estos beneficios? Bueno, en términos llanos, debido a que hay una interrupción de la ingesta calórica y sólo se permiten el consumo de agua y bebidas acalóricas como café o té sin azúcar ni leche, los organelos comienzan a consumir las calorías almacenadas en el organismo provocando una descomposición "natural" de éstas.

Este proceso permite al organismo reducir la resistencia a la insulina y la inflamación, siempre y cuando los periodos de ayuno estén precedidos de alimentos saludables, de lo contrario el ayuno no funciona.

Desventajas o consecuencias del ayuno

Hacer un ayuno intermitente o prolongado sin supervisión médica puede traer efectos adversos como pérdida de masa muscular, deshidratación, aumento de colesterol, triglicéridos y ácido úrico, además de reflujo, irritación estomacal, dolor de espalda, baja de la presión arterial, poco rendimiento físico e incluso, en casos muy graves, la muerte.

Por esto es indispensable que si quieres someterte a un ayuno revises con un médico de confianza tu caso y trabajes con éste tus periodos de ayuno y la dieta que debes seguir.

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