Así reacciona tu cuerpo cuando consumes eucalipto para respirar mejor

El eucalipto es uno de los árboles, cuyas hojas son muy populares en el mundo de las infusiones. Sus hojas secas y aceite se suelen usar con fines medicinales desde hace muchos años. Seguro recordarás que cuando eras chiquito,  tu mamá o abuelita te preparaban un té con estas hojas y de repente, todo te hacía sentir mejor. ¡No, no era sugestión! En realidad todo mejoraba, porque era una medicina alternativa para tratar condiciones como el asma, bronquitis, gripe y muchas otras.

 Mucho leemos que puede tratar desde el asma, placa dental, gingivitis y muchas otras cosas, pero seguramente te habrás preguntado cómo es que funciona, realmente. Y no eres el único, pues aparentemente ya hubo científicos que se decantaron por estudiar las hojas de este prodigioso árbol, que antes que dejarnos usar sus hojas frescas o secas para preparar infusiones, nos provee de un aroma cautivador cuando lo encontramos en el bosque.

Sin embargo, de acuerdo con algunas investigaciones el eucalipto posee sustancias químicas que podrían ayudar a controlar el azúcar en la sangre y contiene sustancias químicas que podrían tener actividad contra bacterias y hongos, así como propiedades que combaten la inflamación y el dolor. Incluso propicia un bloqueo de las sustancias químicas que producen asma. Sin embargo, de acuerdo con la Natural Medicines Comprehensive Database no todo lo que lees sobre el eucalipto ha sido autorizado por la ciencia.

¿Cuándo podemos consumir eucalipto?

Por ejemplo, para los pacientes de asma, se ha comprobado que el uso de eucalipto, puede reducir la dosis de corticoides. Sin embargo, no recomiendan su uso sin el apoyo de un profesional. Y de acuerdo a las pruebas, cuando se consume vía oral en pocas cantidades, lo destacan como probablemente seguro cuando se ingiere en un máximo de 12 semanas. Recordemos que lo usamos cuando preparamos té de estas hojas o alguna otra bebida. 

Cuando sentimos que nuestras vías respiratorias se despejan gracias al eucalipto, esto ocurre, gracias a sus propiedades antisépticas respiratorias, que favorecen la secreción bronquial de mucosas y nos ayudan a expectorar las mucosas. Por esta razón sientes gran mejoría, porque tanto  nuestra cavidad nasofaringea está llena de mucosas y estimularlas cuando padecemos un resfriado común podría ayudar. 

Sin embargo, según los investigadores, aún no existe evidencia suficiente para recomendar su uso médico, porque aún no se conocen cuáles pudieran ser sus efectos secundarios a largo plazo. Esto quiere decir que no dicen que es malo, pero tampoco que es buenísimo, sólo que hay insuficiente evidencia para afirmar que cura la gripe, bronquitis, cefaleas y todo el largo etcétera que estamos acostumbrados a leer. 

La dosis recomendada de eucalipto depende  mucho de la persona y de factores como la edad, su estado de salud y muchas otras condiciones que el médico debe de evaluar. De lo contrario, se podrían producir intoxicaciones que traigan como efecto: dolor y ardor de estómago, mareos, debilidad muscular, sensación de ahogo, somnolencia, convulsiones y coma. El aceite, por ejemplo, podría causar vómitos, náuseas y diarrea.