¿Las embarazadas no pueden comer mariscos? Te contamos los mitos sobre este alimento

El pescado y los mariscos son alimentos apreciados por muchas personas, en México su consumo se incrementa durante la Semana Santa y temporadas de calor como la Primavera. Los pescados como el salmón, caballa o atún aportan nutrientes primarios como el zinc, un mineral que ayuda a mantener la piel en buen estado, y el ácido graso omega 3 con propiedades antiinflamatorias. También contienen vitamina B6 que equilibra las pieles grasas y  B3 (o niacina) que protege y prepara la piel para exposición al sol. En general, los mariscos son ricos en selenio, que mantiene la elasticidad de la misma, y es antioxidante. 

Sobre estos alimentos se han dicho muchas cosas, por ejemplo, hay quienes aseguran que una mujer embarazada no puede comer productos del mar, aquí te despejaremos algunas dudas sobre los mitos de pescados y mariscos.

Mitos

Es peligroso comer productos del mar durante el embarazo

Falso. Los pescados y los mariscos son una fuente de proteínas, hierro y zinc, nutrientes que ayudan en el crecimiento y el desarrollo del bebé. Los ácidos grasos omega-3 en muchos pescados pueden favorecer el desarrollo del cerebro del bebé. Pero algunos pescados depredadores grandes, como el tiburón, el pez espada o el pangasius, pueden contener niveles elevados de mercurio. Aunque el mercurio en los productos de mar no es peligroso para la mayoría de los adultos, deben tomarse precauciones especiales en mujeres embarazadas.

El pescado conserva más el sabor al ser frito

Falso. Las preparaciones asociadas a frituras no siempre mantienen el sabor original del producto, por el contrario, tienden a distorsionarlo. El chef y académico Juan Cristóbal Reyes recomienda utilizar un método de cocción bajo en grasas (a la plancha, al horno, al vapor) y condimentar o aromatizar con especias y finas hierbas. De esta manera mantendremos un producto con alto valor nutricional y sobre todo sabroso.

Solo debes enjuagar los mariscos para consumirlos

Falso. Los pescados y mariscos deben ser muy bien lavados, conservar su cadena de frío y posteriormente llevarlos a cocción. Jamás debemos consumir pescados y mariscos sin cocinar por el alto riesgo de contraer bacterias como la salmonela, la listeria, y parásitos, lombrices intestinales o gusanos planos que pueden estar presentes en los mariscos.

Verdades

Los mariscos pueden provocar alergia

Verdadero. Dentro de las alergias alimentarias más comunes están las asociadas al consumo de mariscos. La alergia a los mariscos es una respuesta anormal del sistema inmunitario a las proteínas presentes en los mariscos incluyendo crustáceos y moluscos, como camarones, cangrejos, langostas, calamares, ostras, machas y otros. Algunas personas alérgicas a los mariscos reaccionan con todos ellos, y otras solamente reaccionan a ciertos tipos. Las reacciones abarcan desde síntomas leves (como urticaria o nariz congestionada) hasta graves como lo es la anafilaxia lo que equivale a una reacción alérgica aguda  que puede incluso provocar la muerte.

El marisco contiene colesterol

Verdadero. Es importante mencionar que existen mariscos con menor aporte de colesterol que otros. Por ejemplo, las almejas aportan 40mg de colesterol y tan solo 76 kcl por cada 100 grs, los choritos aportan 62mg de colesterol por cada 100grs y tan solo 65kcal por cada 100 grs, y el pulpo aporta 48 mg de colesterol y 52kcl por cada 100 grs. Los mariscos con mayores niveles de colesterol son los calamares, los langostinos, camarones y la langosta.

Los niños pueden comer mariscos

Verdadero. Después de los dos años los niños pueden consumir mariscos. Sin embargo, la recomendación es introducir este alimento paulatinamente y bajo la supervisión estricta de un especialista.