El combate a la obesidad y la alimentación balanceada no solo se trata de escoger alimentos saludable, si no también de la forma en la que los consumimos, cuando los consumimos y como los combinamos para hacer un menú completo Para ayudarnos con la construcción de prácticas necesarias para mantener una alimentación adecuada la FAO ha recopilado Guías Alimentarias y recomienda los siguientes hábitos que debemos de tener en cuenta en nuestra dieta.
Prioriza las verduras y frutas
El consumo de hortalizas y frutas es de gran importancia en una alimentación, incluso cada país tienen sus propias recomendaciones de la cantidad de este grupo de alimentos que deben consumirse, llegando incluso a especificar el color de las frutas y verduras que deben comerse al día, así que es importante priorizar estos alimentos y atender a las recomendaciones de alimentación nacionales.
Vigila las grasas
Sabemos que ciertos grupos de grasas pueden ser perjudiciales para algunos aspectos de nuestra salud, por eso es necesario controlar el consumo de estas y sobre el origen y el tipo de grasas que añadimos en nuestra alimentación, dando prioridad siempre a a los aceites vegetales y reduciendo el consumo de grasas animales o procesadas que contengan grasas solidas o saturadas.
Abajo el azúcar
Debemos reducir os alimentos altos en azúcares procesadas o con alto contenido de este alimento ya que pueden tener un efecto grave en nuestra salud, es por eso que las guías alimentarías de todos los países recomiendan una dieta baja en azúcares, donde la mayoría de estos provengan de fuentes naturales como la fruta sustituyendo así, golosinas y bebidas con alto contenido de azúcar.
Menos sal y sodio
El consumo reducido de sodio también es importante, esto no solo quiere decir comer menos sal, sino consumir menos alimentos altos en sodio como carnes procesadas, sazonadores en polvo, conservas, productos envasados con mucha sal y toda aquella fuente que tengan un contenido elevado de sodio, todas las guías alimentarias hacen énfasis en este punto.
Agua
El beber agua y estar bien hidratado también es necesario para combatir la obesidad y mantener una alimentación saludable, el consumo de agua potable es importante en todo tipo de alimentación, poniendo especial atención a la cantidad de agua que una persona debe de consumir, esta dependerá de muchos factores como el resto de la alimentación y el lugar donde vivas.
Alcohol moderado
Aunque lo recomendable seria no consumir alcohol, si lo haces debes de procurar que el consumo de esta sustancia sea moderado y por supuesto de forma responsable, esto incluye todas las fuentes de las que podemos ingerir alcohol, ya sea cerveza, vinos, licores entre otras, poniendo atención también el la regulación por país del consumo responsable de alcohol.
Actividad física
La alimentación saludable no es el único factor que puede modificar el peso y la salud de una persona, la actividad física constante y el ejercicio son claves para mantener nuestro organismo en buen estado, considerando que la mayoría de personas llevan una vida sedentaria, es importante que consideres la práctica de actividad para complementar tu alimentación.