¿Cómo se hace la leche en polvo? Este es el proceso que se sigue para lograrlo

La leche en polvo es uno de los productos base dentro de la alimentación del bebé, ya que esta cuenta con los nutrientes necesarios que le permitirán desarrollarse de la forma más adecuada dependiendo de la etapa de desarrollo en la que se encuentren. Sin embargo, también es uno de los alimentos más usados dentro de la cocina tradicional para la elaboración de postres e incluso hasta pasteles. 

Más allá de sus usos en la cocina en ocasiones desconocemos cuál es el proceso o de dónde se obtienen algunos de los productos más comunes de la gastronomía. Este tipo de leche deshidratadas deben cumplir con ciertas específicas de acuerdo a la normativa impuesta en cada país, las cuales aseguran que este tipo de preparaciones concentren las vitaminas y los minerales necesarios para nutrir el organismo. 

Es tanta su importancia que incluso la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), en 2018 realizó un estudio en el que sometió a prueba al menos 23 productos de leche en polvo, destacando que hay algunas que no logran cumplir con las especificaciones sanitarias necesarias. De ahí la importancia de poner atención a las etiquetas que se encuentran sobre los envases y bolsas de alimentos que se encuentran en supermercado y que ahora cuentan con alertas mucho más claras. 

¿Cómo se hace la leche en polvo?

Lo primero que hay que tomar en cuenta es que para lograr la leche en polvo es necesario eliminar el agua, dejando solo un 5% de la misma, para darle paso al resto de los nutrientes como proteínas, lactosa, sales, minerales, etc. Tratamiento de la leche, evaporación y secado para pulverización, son los pasos que se deben seguir para su elaboración, por lo que un litro de leche regular equivale a 125 gramos de leche en polvo, concentrando todos los beneficios de la misma. 

Para el proceso de evaporación del agua hay que someter la leche a una temperatura de 180 grados, lo que produce un polvo de color amarillento, pero que logra concentrar todas las propiedades benéficas de las leche común, misma que se pueden ver reflejadas en la leche pasteurizada de uso común. Hay que tomar en cuenta que no todo tipo de leche debe ser administrada en bebés, por lo cada una de las fórmulas está diseñada de acuerdo a las edades de crecimiento. 

Es muy necesario consultar con un médico especialista sobre cuál es el tipo de leche que más le conviene al bebé de acuerdo a su edad y etapa de desarrollo. Sin embargo, una de las mejores recomendaciones es la ingesta de la leche materna, ya que en esta se concentran los nutrientes específicos que necesita el recién nacido, es como una "vacuna" que los ayuda a reforzar sus defensas durante los primeros meses de vida.