Alimentación sustentable
15 recomendaciones para reducir el desperdicio de alimentos dados por la FAO
Con estos consejos podrás llevar una vida mucho más saludable y balanceada en tu hogarEl desperdicio de alimentos se ha convertido un problema común y hasta de costumbre en nuestra vida diaria. Y no es que se trate de desperdiciar por gusto sino que en ocasiones la falta de tiempo para cocinar o hasta pasar largos periodos fuera de casa, contribuyen a que ciertos productos terminen en el olvido y se echen a perder, haciendo que estos simplemente terminen en la basura.
La mala organización a la hora de hacer las compras de despensa y hasta ordenar o servirse mucha más comida de la que se puede ingerir, contribuyen a que el desperdicio de alimentos se haga mucho más evidente, perjudicando al medio ambiente al aumentar las emisiones de gas de efecto invernadero que a su vez contribuyen a que el cambio climático sea cada vez más notorios en el mundo.
De acuerdo a lo señalada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), el desperdicio de alimentos es un problema que afecta a todo en mundo en especial tomando en cuanta que hay millones de personas que padecen de hambre. Es por eso que la FAO emite un listado de 15 recomendaciones sencillas para reducir el desperdicio de alimentos.
1.- Adopta una dieta saludable y sostenible
La vida se mueve deprisa, y preparar comidas nutritivas puede ser complicado, pero las comidas saludables no tienen por qué ser elaboradas. En Internet abundan recetas saludables y rápidas que puedes compartir con tus familiares y amigos.
2.- Compra solo lo necesario
Planifica tus comidas y prepara una lista de lo que necesitas para que solo te apegues a ella y evites las compras compulsivas que a a menudo terminan en la basura
3.- Elija frutas y hortalizas feas
No juzgues los alimentos por su apariencia. A menudo se tiran a la basura frutas y hortalizas magulladas o con formas extrañas porque incumplen unas normas cosméticas arbitrarias. No te preocupes el sabor es el mismo. Utilice la fruta madura para preparar batidos, zumos y postres.
4.- Almacena de forma organizada
Pasa los productos más antiguos a la parte delantera del refrigerador o alacena y coloca los nuevos en la parte trasera. Utiliza contenedores herméticos para mantener frescos en el frigorífico los alimentos abiertos y asegúrate de cerrar los paquetes para que no entren insectos.
5.- Lee el etiquetado
Una forma de llevar una dieta más saludables es leer el etiquetado de los productos para así evitar aquellos muy procesados o en los que se usen una gran cantidad de azúcares o sales refinadas.
6.- Porciones más pequeñas
Sirve en casa porciones más pequeñas o compartan platos más grandes en los restaurantes. De esta forma te aseguras de comer y cocinar solo lo que se vaya a consumir.
7.- Valora la sobras
Si te sobró comida no la tires, es mejor que la congeles para consumirla en otra ocasión o bien puede funcionar como base para una nueva receta.
8.- Haz uso de los desperdicios
En lugar de tirar a la basura desechos de comida, realiza compostas con ellos. De esta forma devolverás nutrientes al suelo y reducirás tu propia huella de carbono.
9.- Respeta los alimentos
Los alimentos nos ponen en conexión a todos. Restablece la conexión con los alimentos sabiendo del proceso de producción que comportan. Infórmate leyendo de la producción de alimentos y conozca a agricultores cercanos.
10.- Apoya lo local
Comprar con productores locales no solo garantiza la frescura de los alimentos que se consumen, sino que también se apoya la economía local y se reduce la contaminación al acortar las distancias que recorren los camiones y otros vehículos en el reparto.
11.- Cuida las poblaciones de peces
Consume de forma responsable los peces de acuerdo a su temporada y respeta los periodos de veda, así se garantiza la reproducción de las especies sin poner en riesgo su sobreexplotación.
12.- Usa menos agua
El cuidado del agua en vital para la supervivencia, así que opta por pequeños cambios como reutilizar el agua de la lavadora, cerrar la llave mientras te lavas los dientes o te enjabonas, reduce tus tiempo a la hora de bañarte, etc.
13.- Cuida los suelos y el agua
Algunos desperdicios domésticos son, en potencia, peligrosos y nunca deben echarse a un cubo de basura general. Artículos como pilas, pintura, teléfonos móviles, medicamentos, productos químicos, fertilizantes, neumáticos o cartuchos de tinta pueden filtrarse en nuestros suelos y nuestro suministro de agua perjudicando a los recursos naturales con los que se producen nuestros alimentos.
14.- Come más legumbres y verduras
Trata de consumir al menos una vez por semana una comida a base de legumbres o cereales “antiguos” como la quinoa.
15.- Compartir para cuidar
Dona los alimentos que de otro modo se desperdiciarían. Por ejemplo, mediante aplicaciones los vecinos pueden conectarse entre sí y con empresas locales para que los excedentes de alimentos puedan compartirse y no tirarse a la basura.