Adiós al dolor muscular con romero, vinagre y pimienta; te decimos cómo

Las contracturas  y dolores musculares son nuestro pan de cada día, aún desde antes de la pandemia. Quizá por mala postura, por la nueva rutina de ejercicio, porque traemos cansancio atrasado o tensión acumulada. La verdad es que los motivos sobran, pero los remedios no siempre. Y aunque no es un padecimiento grave, sí tienden a afectar la calidad de vida y nuestro bienestar. Sobre todo, porque de no atenderlo adecuadamente podría incluso restarnos movilidad.

Una contractura, es como su nombre lo dice, una contracción del músculo o alguna de sus fibras continuada e involuntaria, que provoca que el músculo esté en constante tensión por tiempo indefinido. Es una lesión muy común, no sólo entre los deportistas y puede impedirnos hacer ciertos movimientos con normalidad con alguna clase de dolor, pero es importante identificar cuando se trata de una y cuando se trata de otras lesiones para ponerles remedio. 

¿Cómo saber que es una contractura?

Regularmente hay tres momentos en que podemos identificarlas, según su origen: Durante el esfuerzo, cuando realizamos ejercicio físico, cuando el esfuerzo es excesivo, por dureza o por falta de entrenamiento, el organismo no depura los metabolitos en el torrente sanguíneo y se produce dolor e inflamación; después de un esfuerzo, cuando el músculo ha sido sometido a gran trabajo, no es capaz de volver al estado de relajación y residual, que quiere decir que después de una lesión grave, aunque esté curada la lesión principal, los músculos de alrededor queden contracturados.

Existen algunos alimentos que gracias a sus propiedades antiinflamatorias y relajantes, podrían ayudarte a curar o por lo menos relajar el dolor de malestares como estos, aunque nunca sustituirán una oportuna visita al médico para descartar cualquier otro padecimiento. Así que puedes tomar cualquiera de estas opciones, pero siempre es buena idea lo consultes o compartas con tu médico para que si por alguna razón no te funciona, te pueda dar un tratamiento adecuado. 

Romero

Esta planta está en muchísimas listas de remedios debido a sus propiedades y versatilidad que le caracterizan. Entre sus usos externos, ayuda a mitigar los dolores musculares gracias a que es un antiinflamatorio natural y relajante,  ya sea en aceite o en alcohol, aplicado en la espalda, hombros, brazos o piernas. Suele utilizarse sobre todo después de lesiones como  contracturas, esguinces o torceduras, torticolis, dolores cervicales, etc.

Ingredientes

• 30 g de romero
• 450 ml de agua hirviendo

¿Cómo prepararlo y aplicarlo?

1. Prepara una mezcla de 30 g de romero en un frasco de agua hirviendo, cubre y deja reposar durante 30 minutos.
2.  Humedece un trapo en la mezcla de agua y hojas de romero y aplica en la zona afectada 2 o 3 veces al día.

Vinagre de manzana

Esta es otra  de las soluciones ancestrales que existen para diversas situaciones y particularmente para los dolores musculares, está el vinagre de manzana, el cual mezclado con agua caliente o tibia puede fungir como desinflamatorio natural ante lesiones como esguinces, torceduras o luxaciones. El vinagre ayudará a la distención de tus músculos, siempre que los expongas de manera correcta a este remedio. 

Ingredientes

1. Una tina con agua lo suficientemente amplia donde quepa tu articulación que requiera el remedio.
2. 2 tazas de vinagre de manzana

¿Cómo prepararlo?

1. Vaciar las 2 tazas de vinagre en la tina con agua caliente
2. Reposar tu articulación ahí por una hora

Pimienta molida

La pimienta molida probablemente es una especia infravalorada, como remedio casero para aliviar algún malestar muscular. Sin embargo, es bastante efectiva. Tiene propiedades antiinflamatorias y actúa como relajante muscular, por lo que es pequeña, pero poderosa a la hora de tratar cualquier lesión.

Ingredientes

•  100g de pimienta negra molida
• Aceite de bebé

¿Cómo preparar?

Junta los dos ingredientes en la botellita del aceite de bebé, luego rocía un poco en tu mano y masajea la zona muscular afectada.