¿Qué personas no deberían de tomar bebidas alcohólicas? Aquí te explicamos

El consumo del alcohol y sobre todo el consumo en exceso en puede llegar a ser muy perjudicial para la salud, causar todo tipo de enfermedades, adicción, daños a múltiples órganos e incluso la muerte, es por eso que el consumo inteligente y moderado es tan importante cuando se trata de ingerir alcohol, por lo que te explicaremos quienes son las personas que NO deberían consumir alcohol.

Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, el consumo en exceso de alcohol es el responsable de haber ocasionado aproximadamente 93 mil muertes del 2011 al 2015 y 1 de cada 10 muertes de adultos en edades de entre 20 y 64 en aquel país, esto habla de la gravedad que representa el abuso de esta sustancia en la sociedad.

Se considera que el exceso de alcohol puede incluir los atracones de alcohol y beber demasiado alcohol así como el consumo por parte de personas embarazadas y jóvenes menores de edad, los atracones, son la forma más común del consumo en exceso de esta sustancia y se definen como la ingesta de 4 o más tragos en una sola ocasión para las mujeres y 5 o más tragos en una sola ocasión para los hombres.

Por su parte beber demasiado alcohol se puede definir como ocho o más tragos a la semana para las mujeres y 15 o más tragos a la semana para los hombres, debemos de tener en cuenta que un trago estándar contiene al rededor de 14 gramos de alcohol, esta cantidad podemos encontrarla en mayor o menor medida en ciertas bebidas por ejemplo, en 12 onzas de cerveza o en 5 onzas de vino, por lo que el consumo puede variar dependiendo de la bebida que se tome.

De esta manera la lista de personas que NO deberían tomar alcohol incluye: personas embarazadas, jóvenes menores a 21 años (la edad legal para tomar alcohol en Estados Unidos), personas que estén manejando, planeen hacerlo o que estén involucradas en actividades de precisión, personas que consuman algún tipo de medicamento, personas que sufran algún tipo de afección que se pueda ver agravada por el consumo de alcohol o personas que se estén recuperando del alcoholismo o no controlen la cantidad de alcohol ingerido.