Descubre qué es la Listeriosis y cuál es su relación con los quesos frescos

El queso es uno de los alimentos base de la alimentación, por lo que de seguro tienes un poco en casa para la elaboración de diversos platillos e incluso para hacer algunos bocadillos cuando tienes visitas inesperadas. Sin embargo, algo tan rutinario como es el consumo de queso ha encendido las alertas a causa de un brote de Listeria, pero ¿de qué se trata? y ¿cuál es su relación con los quesos frescos?

Hasta el momento los casos registrados por Listeriosis solo se han presentado en cuatro estados de Estados Unidos: Connecticut, Nueva York, Virginia y Maryland, pero las autoridades sanitarias ya tienen en la mira este brote para determinar de dónde proviene exactamente y cuáles son los quesos contaminados, además de emitir una alerta sobre su consumo, en especial en personas vulnerables. 

¿Qué es la Listeriosis?

De acuerdo a la información dada a conocer por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), señalan que la Listeriosis es una infección grave que es causada por el consumo de alimentos contaminados con la bacteria conocida como Listeria monocytogenes, la cual una vez que entra en el cuerpo se propaga desde los intestinos hasta otras partes del cuerpo. 

Huesos, articulaciones, algunas partes del pecho y hasta el abdomen, son algunas de las zonas que se pueden ver afectadas por la infección de Listeriosis. Este tipo de brotes bacterianos por lo general están vinculados al consumo de productos lácteos, frutas, verduras y más recientemente se ha encontrado una relación entre la bacteria y el consumo de algunos quesos blandos, apio, germinados, melón y helado. 

La infección suele afectar principalmente a mujeres embarazadas, recién nacidos, personas mayores de 65 años, así como aquellos con un sistema inmune debilitado. Por lo general los síntomas suelen presentarse entre 1 a 4 días, pero también hay quienes presentaron algún síntoma hasta 70 días después del consumo de alguno de los productos infectados con la bacteria. 

Entre los principales síntomas están el dolor de cabeza, rigidez en el cuello, confusión, pérdida del equilibrio y convulsiones, además de fiebre y dolores musculares, así como síntomas comunes de intoxicación alimentaria, como diarrea y fiebre. En el caso de las mujeres embarazadas, la bacteria podría causar un aborto espontáneo, parto prematuro, muerte fetal o una infección mortal en el recién nacido. 

¿Listeriosis y quesos frescos?

SI bien a primera vista parece una infección grave, hay que tomar en cuenta que no se trata de evitar a toda costa los quesos frescos, sino tener mucho cuidado sobre la forma en la que están elaborados, al menos hasta que se determine cuál o cuáles marcas están contaminadas con la bacteria, y sobre todo hay que dejar bien en claro que es una alerta emitida en Estados Unidos, por lo que habrá que estar atentos a las indicaciones de salud correspondientes. 

La relación entre los quesos frescos y la Listeriosis se debe principalmente a que algunos tipos de queso como el panela, blanco y fresco, podrían estar elaborados con leche no pasteurizada, lo que causa el desarrollo de la infección por el virus. Hasta el momento, no se han logrado determinar una marca o un tipo específico de queso que contenga la bacteria, de ahí las recomendaciones a la hora de consumir cualquier tipo de queso fresco. 

Entre las recomendaciones dadas a conocer por el CDC, destaca que es importante verificar que los empaques con quesos frescos, estén elaborados con leches pasteurizadas, y de ser necesario evitar el consumo de quesos frescos, en especial para las personas más vulnerables a la infección.